martes, 11 de octubre de 2011

Del idilio analógico al horror digital.

The Guardian reseña la exposición Film, de Tacita Dean, en la Turbine Hall en Tate Modern, como el último suspiro de un medio que muere. Dean utiliza el soporte de película como medio de trabajo, y ha rodado más de 40 filmes. Nos enteramos de que en todo el Reino Unido apenas queda un solo cortador de negativo. El catálogo de la exposición cita a Prince diciendo: “somos análogos, no digitales”. En el mismo diario, el llamado de la artista escrito en febrero para evitar el final del cine. Porque el cine es analógico.   

Philippe Cohen escribe para la revista Marianne una breve crítica de la película Crazy Horse del documentalista Frederick Wiseman, siguiendo la transformación del famoso cabaret de la mano del coreógrafo Philippe Decoufflé. El contraste con el Crazy de antes es para el redactor metáfora de una modernidad inquietante. Si el tráiler es veraz, lo mismo puede decirse de la película.

El horror digital es el que reporta Frank Rieger para la Frankurter Allgemeine Zeitung. El Chaos Computer Club de Hamburgo descubrió que el Ejecutivo alemán, desoyendo una orden del tribunal constitucional, ha infectado computadores con un troyano cuya capacidad de acción excede con mucho los límites de la investigación policial. El artefacto permite transformar la cámara y el micrófono del computador en aparatos de espionaje, realizar screen shots cada dos segundos, y por lo tanto espiar no sólo los documentos o emails enviados, sino que reconstruir la secuencia de su creación, incluso si después para en la papelera. También permite descargar programas sin que el dueño del computador se entere. Todo a través de un servidor en EEUU, fuera de la jurisdicción alemana. Pasar por el traductor de Google al inglés, la versión parece legible.

Las cosas parecen tomar un mal giro en Egipto. En The New Yorker, Wendell Steavenson envía un despacho desde El Cairo, desde el medio de la manifestación de cristianos coptos atacada por efectivos militares y fuerzas de choque civiles.