sábado, 28 de julio de 2012

Locura repetitiva, elefantes blancos


Revista Ñ: Richard Sennett y Saskia Sassen a Buenos Aires: cuando el sistema y sus críticos fracasan.
The Sydney Morning Herald: los Juegos Olímpicos, a Atenas.

Horacio Bilbao y Andrés Hax entrevistan para la Revista Ñ de Clarín, al sociólogo Richard Sennet, quien encuentra que en Europa y EEUU el orden neoliberal ha colapsado: “La idea de que el neoliberalismo, las economías del mercado, son formas de vida sostenibles es una fantasía. Es simplemente una fantasía”, sostiene. Sin embargo, no ve voluntad alguna en cambiar las cosas. La izquierda liberal, como Clinton y Obama, piensa en restaurar y hacer más humano el status quo y no se plantearían cosas más radicales, o se repensaría lo básico, como la relación entre finanzas y empleo. La izquierda radical regresa con críticas marxistas bien mecánicas y agotadas. “Hay parálisis en los dos lados”, dice. “El sistema está paralizado y sus críticos están paralizados”. Y cuando la gente entra en una situación estática, repite lo que conoce.
Tal vez por eso no sorprenda que el titular escogido sea: “Hay que perder el miedo al fracaso”, que es un consejo que da a sus alumnos. La entrevista plantea más preguntas de lo que ofrece respuestas. Aquí Ñ presenta un útil perfil de Richard Sennett.
El sociólogo norteamericano estará del 1 al 3 de agosto en Buenos Aires, junto a su esposa, la también sociólogo Saskia Sassen, invitado por la Universidad de San Martín. Ambos dictarán sendas conferencias públicas. De ser posible presenciarlas por Internet, El Café de Pascal ofrecerá los enlaces.
Para Jessica Irvine en The Sydney Morning Herald, el ganador de las Olimpíadas es el elefante blanco. Cuando visitó el sitio de los juegos de Barcelona en Motjuic, sintió a la vez la veneración que despiertan ruinas desoladas y la estupefacción indignada ante el despilfarro. “Se ha encontrado que, cuando todo ha terminado, ser anfitrión de los juegos deja pocos beneficios duraderos e involucra una enorme factura de costos de infraestructura, pagada por los contribuyentes a expensas del consumo privado, o por el gobierno a expensas de otras cosas, como fondos para el transporte público”. Construir cada cuatro años toda una nueva ciudad olímpica en una nueva parte del planeta es simplemente una locura. Lo mejor sería establecer la cita a perpetuidad en Atenas, con lo que además se crearía una actividad económica duradera para un país hoy en crisis.