Reforma: Jorge Volpi: el voto escéptico
Tal Cual: Ibsen Martínez: O Nigeria, o Cuba
En Reforma, Jorge Volpi argumenta su
decisión de voto diciendo primero que jamás fue para él tan frustrante. Del
candidato del PRI, Peña Nieto, dice que no sabe nada de él, a pesar de su
sobreexposición. Ni una idea propia, ni un rasgo de carácter: un espectro.
Josefina Vasquez Mota, la candidata del PAN, le parece una persona seria y
decidida, pero no ha sido capaz de distanciarse de la política de su partido que
llevó a lso 60 mil muertos de la guerra contra el narco. Andrés Manuel López
Obrador no es el inspirado Jefe de Gobierno del D.F. en 2000, ni tampoco el
candidato perdedor del 2006. En aquella elección, “haber "mandado al
diablo" a las instituciones y asumirse como presidente legítimo constituyó…una
enorme irresponsabilidad política”, según Volpi. Su intransigencia le hace
desconfiar. Sólo votará por él debido a la inclusión en el gabinete de Marcelo
Ebrard, jefe de Gobierno del DF, y Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la
UNAM, y porque representa un posible desarrollo de una alternativa
socialdemócrata.
En Tal Cual (acceso limitado), Ibsen Martínez describe la “regla del pulgar”
de Graham Greene, que orienta a los observadores extranjeros en las tierras
irredentas: si el tirano de turno es un gritón carismático, dice estar con los
pobres y contra los yanquis, y se proclama de izquierda, es automáticamente el
bueno de la película. Así tratarían al Hugo Chávez de Venezuela. El otro
candidato, Henrique Capriles, sería sólo “el otro tipo”. El petroestado
venezolano no es más que una versión de la antigua corona española y su potestad
sobre las riquezas del subsuelo, que produce el “ogro filantrópico” de Paz, con
súbditos clientelares y no ciudadanos. Bajo Chávez, se ha acercado a…Nigeria,
según leyó Martínez en The Economist:
“Así que ya estamos en Nigeria, amigos; al borde de ser un estado fallido,
aunque concebiblemente rescatable. ¿Daremos un paso al frente para caer en la
pesadilla que es Cuba? ¿Seremos un
estado fallido y, además, irreversiblemente totalitario?
Votaré por el otro tipo.
Llevaré dos más a votar por él. ¿Y usted?”