lunes, 31 de diciembre de 2012

La biblioteca y los escribas

Anil Dash: la Red tomada

Nicholas Carr: el sesgo de la revolución IT

Monday Note: la hegemonía de Google

El País: Tombuctú no tiene quién escriba

En su blog, Anil Dash pena por la web que hemos perdido a manos del universo de las aplicaciones. Era un lugar “interesante y diferente antes de que los links fueran monetizados” por Google mediante AdWords y AdSense, por ejemplo. Se habrían abandonado valores esenciales para el universo de la red. Y de un océano de posibilidades habríamos pasado a la insularidad de las redes sociales.

Nicholas Carr explica en RoughType que las expectativas de Keynes en los años 30 para los próximos 100 años (el progreso científico y económico liberaría a la humanidad del trabajo y la lucha por la subsistencia) no se están cumpliendo. El ingreso general está disminuyendo y sólo se incremente el de una élite. La revolución tecnológica de la computación estaría favoreciendo a una élite de trabajadores calificados y excluyendo a los menos calificados. O así pensaban algunos. Pero, como habría argumentado Paul Krugman, la élite favorecida es la del capital y no la del conocimiento. La industria IT tiene un sesgo a favor del capital. Y eso no es nada auspicioso.

El MondayNote Frédérick Filloux revela que la inminente hegemonía de Google preocupa a muchos. Pero no se refiere a militantes antiglobalización, sino a las grandes compañías de servicios básicos. La data que colecciona y procesa Google es sustancial para las mismas. Y en el contexto de la carga creciente de deuda soberana, muchos servicios serían delegados en empresas privadas. Si consideramos las toneladas de data que Google recoge por el uso de sus servicios, data que por lo demás es geolocalizable gracias a los smartphones, se entenderá la importancia y el poder que tendría en el caso de que, por ejemplo, hubiera de privatizarse el Metro de Londres: data de tráfico desglosada en grupos demográficos, data para hacer compras y ventas, informaciones de Street View, incluso análisis de circuitos eléctrico inteligentes…

En El País, Ignacio Cembrero nos cuenta que Tombuctú ha perdido a su último escriba, Boubacar Sadek. Tomada la ciudad por fanáticos islamistas, Sadek ha huído a Bamako, con cincuenta títulos a cuestas, por 850 kilómetros. Durante diez años copió a mano escritos en lengua árabe. Se estiman entre 180.000 a 300.000 los manuscritos desde la época de esplendor de Tombuctú. El temor es que los radicales los destruyan: ya han derribado muchos de los mausoleos erigidos a 333 santones. Entre las obras en peligro están unos 9000 manuscritos de musulmanes expulsados de España en el siglo XV, que dan testimonio de la vida en esa época.

sábado, 22 de diciembre de 2012

El umbral nacional de la vergüenza

Le Nouvel Observateur, David Caviglioli: Houellebecq regresa en tiempos patrioteros

The New Yorker, Jon Lee Anderson: ¿Cuántos muertos son necesarios? Jeffrey Toobin: la Segunda Enmienda significa otra cosa. Jill Lepore: EEUU, campo de batalla

El País, Moisés Naím: América Latina, el asesinato como costumbre.

En Le Nouvel Observateur, David Caviglioli resalta que mientras Gérard Depardieu se larga de Francia, indignado por el nuevo impuesto de 75% que el gobierno quiere cobrar a quienes ganan más de un millón de Euros anuales, Michel Houellebecq decide regresar porque extraña el idioma francés. En medio de la furia mediática contra Dépardieu, se distancia sin embargo de motivaciones patrióticas. “Yo no soy un ciudadano, ni quiero serlo”, habría dicho en alguna ocasión; Francia sería un “cruce entre museo, parque de atracciones y supermercado”. Sin embargo, su lectura del país place a los franceses. Caviglioli recuerda que mientras el patriotismo más cretino resurge con el caso Depardieu, todo francés tiene todavía el derecho de odiar a su patria, el derecho de abandonarla. Y el de regresar.

En The New Yorker, Jon Lee Anderson pregunta: “¿qué necesita una sociedad para sentir asco de su comportamiento y cambiar sus actitudes?” ¿La masacre en la escuela Sandy Hook de Newtown, Connecticut, llevará a una nueva conciencia sobre la violencia en EEUU y su relación con las armas? En el Reino Unido una masacre en una escuela en Escocia fue el motivo para aprobar una legislación que prohibió el porte de pistolas o armas semiautomáticas. Las tasas de homicidio por arma de fuego en EEUU fueron de 2,97 contra 0,07 por cada cien mil habitantes en Inglaterra y Gales, según un cálculo de The Guardian. ¿Hace falta que alguien asesine a cien niños para que algo cambie? “¿Cuál es nuestro umbral nacional de la vergüenza?”, concluye el artículo. (Aquí y aquí en castellano)

La Segunda Enmienda de la Constitución es invocada por los defensores del derecho a portar armas libremente. Pero Jeffrey Toobin explica que se trata de una interpretación reciente de la misma. La enmienda garantizaría el derecho de las gentes a portar armas para…conformar “milicias bien armadas y reguladas”: una clara inspiración en la Guerra de Independencia, en similitud con el modelo suizo. A partir de los años 70, un golpe de timón en la National Rifle Association (NRA) y el auge conservador encabezado por Ronald Reagan dieron paso a la interpretación (diríase arbitraria) como derecho individual. Toobin refiere a un reportaje de Jill Lepore, quien revela que la discusión sobre control de armas se avivó con el asesinato de Kennedy: Lee Harvey Oswald compró su rifle por correo. Curiosamente, el enfoque actual provendría de la lucha por los derechos civiles. En 1964 Malcolm X habría dicho: “El artículo número dos de las enmiendas constitucionales le otorga a Usted y a mí el derecho de poseer un rifle o una pistola”. Y los Black Panthers habrían promovido el armamentismo de los individuos para defensa propia. “Si estar armado para defensa propia no es visto como un fracaso de la sociedad civil…sino como un acto de ciudadanía, es poca la vida civil que queda en pie”, concluye Lepore.

En un breve artículo en El País, Moisés Naím teme que las reacciones a Sandy Hook pasen a formar parte del perpetuo círculo de indignación y posterior inacción, pero indicarían que por lo menos todavía hay sensibilidad ante los hechos. En América Latina la realidad es infinitamente peor: con apenas 8% de la población mundial, se comete 42% de los asesinatos del planeta, bajo la indiferencia general. La tasa es cinco veces superior a la de EEUU. Ni la pobreza, ni el narcotráfico, ni la desigualdad social alcanzan como explicaciones. Desconcierta que dado el  titular “La gente más asesina del planeta”, y las cifras terribles, el tema se despache casi en una nota al margen. Uno se pregunta dónde está el trabajo editorial del diario. El final es intrigante: “Esta es mi última columna de este año. Regreso en enero. ¡Feliz 2013!”.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Google y la prensa: duelo bajo el sol

The New York Times: en Alemania, gobierno y prensa contra agregadores y motores de búsqueda.                                                                                             Frankfurter Allgemeine Zeitung: la prensa sesgada.                     Frankfurter Allgemeine Zeitung: la promesa vacía de la era digital.          Der Perlentaucher: TV pública y periodismo en la era digital.                         Was mit Medien: Jeff Jarvis: editores alemanes extorsionan a Google.

En The New York Times, Kevin J. O’Brien suministra un resumen de la disputa en Alemania en torno al proyecto de ley (Leistungsschutzrecht), que obligaría a servicios de agregación como Google a pagar licencias a periódicos y revistas por los extractos y titulares que acompañan a los links en los resultados de la búsquedas. Google alega que los medios alemanes han presentado una cobertura sesgada del tema y ha lanzado una agresiva campaña por su cuenta. La contraparte sostiene que iniciativas similares vendrán de otros países europeos y que Google no quiere negociar. Pero los medios pueden, mediante robots, excluir sus productos de las búsquedas, o incluso decidir si aparecen los extractos o solamente los links.

Según expertos del Instituto Max Planck para el Derecho de Bienes y Competencia Inmateriales, el proyecto legal no tiene justificación. Sería un “derecho de interdicción” que los editores a todas luces no quieren implementar, pues de lo contrario harían uso de las posibilidades técnicas arriba descritas. Demostrarían así que usan a los motores de búsqueda para atraer lectores. Por lo tanto se trataría de que los editores, amparados en el derecho interdictorio, buscan otorgar permisos de utilización, “o más exactamente: obtener la posibilidad de lograr ingresos por licencias”.

Frank Rieger, del Chaos Computer Club, y columnista en la Frankfurter Allgemeine Zeitung, echa en cara a este diario y la “prensa de calidad” alemana, el haber ignorado el dictamen de los expertos, salvo para descalificarlos como empleados públicos. El debate se habría caracterizado por la deshonestidad intelectual y los argumentos ad hominem. Ambos lados (la blogósfera, los agregadores y Google por un lado, la editorial Springer con su diario sensacionalista Bild, la prensa seria, los gremios de periodistas y sindicatos por el otro) estarían en una guerra de trincheras, cada cual presentándose como el indefenso y virtuoso David frente al desalmado gigante Goliat. Algunos periodistas e internautas habrían hecho un muy mal papel, dando muestras abiertas de deshonestidad en la argumentación. La diatriba desatiende los temas verdaderamente importantes: el futuro del periodismo, el poder de las corporaciones, la relación entre el mercado y la sociedad. El proyecto de ley apuntaría al desastre. Debería desistirse de él.

En el mismo diario, Frank Schirrmacher recurre a la ironía y los extremos para preguntarse si la era digital implica un cambio revolucionario, o si se trata del mayor golpe publicitario de Silicon Valley. La tecnología que haría de cada ciudadano un canal de TV y un periódico, lo que ha logrado es crear gigantes solitarios monopolizando cada sector (refiriéndose, sin nombrarlos, a Google, Amazon, Facebook y Apple). Se pregunta dónde está el modelo de negocios que funciona en esta nueva economía, llena de start-ups que no llegan a nada. El Huffington Post de la millonaria Ariana Huffington no paga a sus escritores, el resto tiene que descender al foso de la auto-explotación para sobrevivir. El único modelo exitoso sería la Consultoría Digital. Los entusiastas proclaman que hay que vivir con la desaparición de ramos industriales y de profesiones enteras; los activistas reniegan del fetichismo del mercado mientras promueven una “praxis que lo eleva a ley natural de la física social”, en la que las nuevas tecnologías socavan el mismo ideal emancipador que proclaman. La pregunta hoy no sería tanto cómo podría sobrevivir el periodismo de calidad, sino cómo puede sobrevivir una sociedad sin él.

Para Thierry Chervel, de Der Perlentaucher, los jerarcas de la prensa no han encontrado un modelo de negocios para la era digital. Piensan que han debido cobrar por sus contenidos, pero sólo una fracción de los diarios mayores se encontraría gratis online, por lo que han seguido cobrando por ellos. Su demanda de derechos de explotación (Leistungsschutzrecht) hace pensar en la protección de especies en peligro de extinción. Pero por lo menos los medios privados se ven obligados a luchar por su supervivencia. En cambio, la TV pública alemana recibe un nuevo espaldarazo sin rendir cuentas: a partir del 2013, todo usuario de cualquier aparato que se conecte a Internet, deberá pagar una cuota para las televisoras del sistema público. Un sistema injusto en el que alguien de 18 años paga por una programación cuyo público promedia los 63, y que está lleno de redundancias (el mismo programa haciendo circuito por todas las estaciones). La verdad es que en la era digital los géneros (prensa, radio, TV) se han borrado y todo se ha transformado en la Red. Hay que preguntarse cómo debe ser el periodismo de interés público en una esfera de opinión pública completamente alterada por este cambio. Pero a Chervel no se le ocurre más que proponer un fondo para proyectos novedosos.

Was mit Medien entrevista a Jeff Jarvis. El titular y el sumario son en alemán, pero el texto es en inglés (necesita un editor, por cierto). Para Jarvis, la ley del Leistungsschutzrecht es una estúpida ley alemana que además amenaza con contagiar otros países. No entiende la idea de que Google es malvado, y de que se use como insulto el término “capitalismo de Silicon Valley”. Los editores alemanes estarían extorsionando a Google, como si dijeran: “tú estás haciendo mucho dinero, nosotros no; danos algo”. En realidad, si desaparecieran, Google seguiría ganando casi lo mismo. El negocio editorial está profundamente alterado por Internet, “pero es absurdo argumentar una especie de derecho divino para mantener el negocio que se tiene. Es absurdo para los bancos, es absurdo para las automotrices, y es absurdo para las empresas editoriales”, sostiene. En Alemania hace falta mayor transparencia, actualmente no parecería un lugar atractivo para invertir.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Por espejo, en oscuridad

The American Prospect, Tom Carson: la despersonalización de Star Wars Letras Libres, Rodrigo Fresán: historia de dos villanos                              Letras Libres, Ricardo Cayuela: los plagios de Bryce                                Nexos: un plagio y su original                                                                                                   El Boomerang(g), Jorge Volpi: contra la inquisición moral                        Jesús Silva-Herzog: un premio infamante                                                             Letras Libres, Guillermo Sheridan: moralinas y plagios                            Ibsen Martínez: la exagerada vida de Rafael Bolívar Coronado

La primera escena de Macbeth cierra con las brujas exclamando en coro: fair is foul and foul is fair. El texto dice lo que vendrá en la pieza: reina el caos, lo que era ya no es, los términos se invierten. La traducción del Instituto Shakespeare de España, propone, sorprendentemente: lo bello es feo y feo lo que es bello. En lugar de decir una cosa y su inversión (como en el original), repite lo mismo. Es decir, lo inverso de lo que es la obra. Shakespeare no hubiera escrito tal estupidez. A veces el sonido de las palabras nos sustrae del lenguaje.

En The American Prospect, Tom Carson presiente algo malo con la compra de Star Wars por parte de Disney. Sin ser un fan, se sorprende admitiendo que su atractivo se basa –paradójicamente- en la impronta de autor de George Lucas sobre lo que vino a ser una franquicia, sobre “toda la estúpida y desquiciada leyenda”, hasta el punto de sentirse incluso en los capítulos dirigidos por otros. Disney jamás podrá imitar “las inhibiciones neo-victorianas”, las torpezas y “nociones de profundidad” de Lucas, cuyo genio acaso haya sido no distinguir entre la confusa banalidad y la perversidad involuntaria revoloteando en su cerebro. Sin ese toque, según Carson, Star Wars carece de todo interés.

Tal vez sea por esa huella inconsciente del autor que la saga acaba siendo la "biografía autorizada" de Darth Vader, como sostuvo Rodrigo Fresán, en Letras Libres de julio del 2005, en su narración de dos transfiguraciones: una conversión y un desenmascaramiento. Y por eso el público de Cannes se levantó “para aplaudir el momento en que Anakin Skywalker “sucumbe a las tentaciones del Lado Oscuro y se mete dentro de una armadura asmática”. Vader, como el tiburón de Spielberg, “aparece poco pero nunca defrauda”, mientras que los Jedi hablan en aforismos cursis como si fueran “frases selectas de Shakespeare”. Anakin se hizo malo porque se cansó de ser el bueno. Es lo inverso a Enric Marco -sigue Fresán- quien pasó de “paladín de la luz” a “miserable de las sombras”, en cuestión de horas. Durante décadas fue presidente de la Asociación Amical de Matthausen, que agrupa a sobrevivientes españoles de  los campos de concentración nazis, hasta que un día un historiador lo desenmascaró como trabajador voluntario, enviado por el dictador Franco, y que nunca estuvo en un campo de concentración. Hay malos y malos.

En Letras Libres de Octubre de 2012 Ricardo Cayuela argumenta contra el premio de la Feria Iberoamericana del Libro de Guadalajara, otorgado a Alfredo Bryce Echenique, debido a las acusaciones de plagio en contra del escritor, y lo explica en detalle. No da rodeos ante la truculencia de que Julio Ortega, amigo entrañable de Bryce y testigo a su favor en los juicios en su contra en Perú, haya sido miembro del jurado. La FIL estaría normalizando “el plagio como una práctica menor, una picardía intrascendente a la que tienen derecho los grandes autores”.  Algunos plagios habrían sido burdos copy-paste, lo cual indica cierto dominio del ordenador, pero “el analógico ensayista Bryce Echenique no estaba preparado para el nuevo mundo digital”.

Así, la revista Nexos, que publicó varios de sus artículos, tiene un catálogo de sus plagios. Por ejemplo:                                                                                                      Eulalia Solé, La Vanguardia, 2005, Uso Social del Tabaco: “Según un estudio publicado por la revista Addiction, las grandes empresas tabaqueras son responsables, en buena parte, de que el hábito de fumar se haya incrementado entre las mujeres. Cajetillas con modalidades como light, ligero, o slim, esbelto, pretenden asociar el producto a atributos como libertad, esbeltez, glamour…”  No es un texto que atrape al lector. En la pluma de Bryce, publicado en Nexos, 2007, se convierte en Tabaco y Mujer: “Según un estudio publicado por la revista Addiction, las grandes empresas tabaqueras son responsables en buena parte de que el hábito de fumar se haya incrementado entre las mujeres. Cajetillas con modalidades como light, slim, esbelto, o ligero, pretenden asociar el consumo a atributos como libertad, esbeltez, glamour…” Lo que intriga es la alteracion del original “light, ligero, o slim, esbelto” que por lo menos es coherente porque explica lo que significan ambas palabras del inglés, para transformarlo en la enumeración mecánica de “light, slim, esbelto, o ligero” como si se tratara de cuatro atributos diferentes. Despersonalizar aún más un texto anodino...con un toque personal.

En El Boomeran(g), el presidente del jurado de la FIL, Jorge Volpi, reaccionó a las críticas con su escrito Ante el comité de Salud Pública, sosteniendo que vendrían de la indignación moralista o la mera denunciación; Volpi presenta su texto simulando una declaración bajo protesta ante un tribunal inquisitorial: “la sola tentación de evaluar en un jurado literario la conducta moral de un escritor, incluso aquella que tiene que ver con su ética de artista, me parece arrogante y peligrosa”, y agrega: “en el acto extremo de apropiarse de las palabras de otros no pude entrever al alevoso criminal que dibujan sus enemigos, sino al artista derrotado que no encontró otra salida”.

En su blog, Jesús Silva-Herzog Márquez califica de infamante el premio a Bryce. Sus defensores estarían recurriendo a juicios de intención, al argumentar que las críticas son parte de una campaña producto de la envidia de talentos menores, o de una peligrosa moralidad. Silva-Herzog reconoce que una cosa es la obra y otra el artista, pero sostiene que en este caso el artista ha traicionado a sus lectores y su oficio. Cita, mal, el artículo de Guillermo Sheridan en Letras Libres, pues coloca “al usurpar la identidad de otro escritor…el plagiario comete la única falta moral posible en su oficio: dejar de ser él mismo”, mientras que en el original se lee: “al usurpar la singularidad de otro escritor, el plagiario comete la única falta moral posible en su oficio: dejar de ser él mismo”. Confunde la imagen con su inversión en espejo, el plagio con la falsificación.

Ibsen Martínez se deleita  con la exagerada vida de Rafael Bolívar Coronado, quien al parecer sólo podía escribir simulando ser otro: tuvo más de seiscientos seudónimos. Claro que hubo excepciones; una de ellas, Memorias de un semi-bárbaro, escrito autobiográfico que narra sus inicios de falsario, por 1913. Trabajaba en la provincia venezolana para el gobierno del General Gómez, cuando el dictador necesitó una “invasión vigilada”, así lo formula Martínez, que al ser derrotada le permitiera dar un golpe de estado y perpetuarse en el poder. Los chafarotes a cargo confiaron al poeta la tarea de incitar a los exiliados en Curazao, en concreto a Simón "el gordo" Bello, a invadir Venezuela. Dice Martínez: “La parodia y la usurpación de identidades asomaba desde entonces como el método Bolívar Coronado.  El semibárbaro inventaba topónimos con pasmosa fluidez y trasteaba desenvueltamente con   verosímiles nombres y apellidos falsos. Así, comenzaron a llegarle al gordo Bello sugestivos telegramas y esquelas  desde todas las guarniciones, haciendas  y pulperías  del estado”. La narración del operativo (exitoso) es desternillante. Posiblemente, la graciosa picardía del semibárbaro le costó al gordo Bello la vida, y al país, una dictadura de veintisiete años. Tales méritos bastaron para obtener del dictador un viaje a España, y apenas pisó suelo español, Bolívar Coronado se declaró opositor a la tiranía. Sus peripecias incluyen haber ganado un concurso de cuentos firmando como Arturo Uslar Pietri, la publicación de antologías de poetas bolivianos ficticios, la invención de una colección de crónicas de Indias, que vendió en Madrid al exiliado Rufino Blanco Fombona, y la consiguiente huida a Barcelona, temiendo el filo de su espada, donde fue “corresponsal” de guerras africanas reporteando entre los marineros del puerto.                                                                       La imagen invertida del plagiario.

Entrevistado para El País, Bryce negó haber plagiado jamás. Las acusaciones serían producto de la maldad y la envidia, las formularía gente de extrema derecha. Y exclama, solo: “Que se jodan”.                                                                                     Son tiempos revueltos, el ruido nos sustrae del lenguaje.

“Fair is foul and foul is fair:                                                                                                  Hover through the fog and filthy air”

(Exeunt)

jueves, 1 de noviembre de 2012

Amarrando al loco de la ira

Lapham’s Quarterly. Politics: República y guerra tribal.                          Últimas Noticias. Luidig Ochoa, del delito al arte.                                             Luidig Ochoa. Cárcel o Infierno

En el número de otoño de Lapham’s Quarterly -”Politics”-, Lewis Lapham carga en su Prefacio contra el actual estado de la democracia en EEUU, las próximas elecciones presidenciales como fondo. Los textos seleccionados para la ocasión, de muy distintas épocas, contienen “la fuerza de mente y espíritu ausentes de nuestro discurso político actual”, para el que “democracia” no sería más que el nombre antiguo de la tarjeta American Express. Según Thomas Paine, la fortaleza del gobierno y la felicidad de los gobernados provienen de la libertad de la gente común para apoyarse mutuamente, de la conjunción de todos los estamentos y oficios. Pero los founding fathers habrían compartido su desconfianza hacia la monarquía más no su fe en la gente común, y escribieron una Constitución que empleó medios aristocráticos para lograr fines democráticos.  A principios del siglo XX, el presidente de Yale glosó lo que hasta entonces se había logrado: la división de Poderes de la Constitución de EEUU sería entre votantes por una parte y propietarios por la otra; la democracia de un lado, la propiedad del otro. Recién con el New Deal de FD Roosevelt se habría alcanzado ocasionalmente el espíritu de Paine; por momentos, el país pareció, como dijera Camus, el lugar en que “la simple palabra libertad hace latir más rápido los corazones”. Pero bajo el esquema reaccionario que estaría imperando desde hace 30 años, el pulso se ralenta y la sangre se congela. La concentración de poder y riqueza viene acompañada de la desconfianza en la capacidad de los ciudadanos y la construcción de un Estado policial, que se encuentra por encima de toda ley, y que deja caer en la ruina la infraestructura física que es la base del emprendimiento común. Para Lapham, sólo en el mundo fantasioso de un comercial, la democracia americana existe aún: los ciudadanos están invitados a convertir el ejercicio de ciudadanía en el arte de comprar.

Heródoto relata el debate de los siete conjurados, que derrocaron al Rey de Persia, para escoger la mejor forma de gobierno: para Otanes, el tiempo de las monarquías pasó y propone la democracia. Estado y pueblo son sinónimos, y nada hay más caprichoso que un rey, que puede hacer lo que le viene en gana. En cambio, el imperio del pueblo es la igualdad ante la ley, los magistrados son fiscalizados, y los asuntos públicos se debaten. Por su parte, Megabizo también rechaza a la monarquía pero considera que las masas no son más que una turba, por lo cual propone la oligarquía: “Sería intolerable escapar del capricho asesino de un rey para quedar atrapado en la igualmente despiadada brutalidad del populacho”. Darío comparte el rechazo al populacho pero objeta la oligarquía: provoca querellas grupales, que llevan al disenso abierto, que lleva a la violencia. Nada es superior a que el soberano sea uno solo, siempre y cuando éste sea el mejor. Sometido a votación el asunto, gana la monarquía. El futuro rey ha de ser escogido en competición entre los siete nobles. Otanes se retira, arguyendo que no desea “mandar ni ser mandado”.  Darío gana la gesta, con trampa. Ni siquiera tiene que urdirla: la encarga a su palafrenero.

El número tiene varias entradas relacionadas a la igualdad de la mujer. La anarquista Emma Goldmann considera al sufragio universal el fetiche de su tiempo, y se opone al voto femenino (y al masculino). El sufragio universal es “una imposición que ha corrompido completamente al pueblo, haciéndolo presa de políticos inescrupulosos”. Si bien la mujer debe tener iguales derechos, asumir que “tendrá éxito purificando algo que no es purificable, es otorgarle poderes sobrenaturales”.  La mujer es purista, su puritanismo se vanagloria de que en Colorado “los hombres de vida poluta” hayan sido alejados de la política por el voto femenino. Este logro es para Goldman terrible: “la actitud estrecha y purista de la mujer hacia la vida hace de ella un mayor peligro para la libertad, dondequiera que obtenga poder político”.

Daniel Alarcón comienza su artículo, efectivo: “Cada pabellón de la cárcel de Lurigancho está liderado por un jefe, una figura rankeada en el submundo de Lima, cuya autoridad en el pabellón es incuestionable. El pabellón siete en El Jardín, reservado a traficantes internacionales de drogas, es la excepción”. Allí hay democracia y estamos en elecciones. Dos planchas compiten. Hay promesas populistas, una terapia de schock “neoliberal” y compra de votos.

En 2007 el presidente de Kenia Mwai Kibaki, de la etnia Kikuyu, y sus partidarios se robaron las elecciones presidenciales, que habían perdido, con el antecedente de que las elecciones anteriores de 2002 y 2005 habían sido consideradas libres y limpias. Jeffrey Gettleman  narra la caída de uno de los países más prósperos del África subsahariana en el lapso de una semana: “Era horriblemente claro lo que estaba sucediendo –la guerra tribal- y que un prometedor PBI o las estadísticas de alfabetización habían dejado de ser relevantes”. El Valle del Rift, que debido a su fertilidad había albergado durante años a las distintas etnias del país, pasó de ser una zona cosmopolita a epicentro de la violencia: “un hombre Kikuyu que vivía cerca de la iglesia incendiada me contó que la noche después de la elección una turba se formó a su puerta. Cuando su mujer y sus niños comenzaron a tener miedo, le dijo, no se preocupen, yo conozco a esta gente. Voy a hablar con ellos. Así que salió y le dijo a los jóvenes Kalenyin parados en el peldaño de la casa: Hola ¿qué es lo que pasa? Hemos sido amigos durante años. Pero la turba de Kalenyin lo miró fríamente y dijo hoy es hoy. Ya no eres nuestro amigo. Entonces quemaron todo lo que tenía”.

En Ultimas Noticias, Laura Weffer cuenta la historia de Luidig Ochoa: su cuerpo tiene 8 tatuajes, 15 disparos y varias puñaladas. Fue condenado a prisión en Venezuela. Su prontuario le permitió ubicarse como “lucero”, o lugarteniente de los jefes. En un cuaderno llevó un diario gráfico: Luidig sabe dibujar. Al salir, vendió su pistola para comprar una computadora y no sabía ni dónde se encendía. Ahora es el autor de una serie de animación que sube por capítulos a YouTube, llamada “Cárcel o Infierno”: tiene 7,5 millones de reproducciones y un extraordinario poder expresivo. Dice: “Tengo al loco de la ira amarrado”. La nota aparece en “Sucesos” y no en “Cultura”. Este es su canal. Aquí se muestra sólo el primer capítulo.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=rhmM_mqKBbk&w=420&h=315]

domingo, 28 de octubre de 2012

La Ilustración contra el Estado totalitario

Provea, Margarita López Maya: Estado Comunal desecha el sufragio  Smithsonian Magazine: Lapham’s Quarterly, tras el ideal de la Ilustración

En el blog de la organización de derechos humanos PROVEA, Margarita López Maya sintetiza lo que hay detrás de la consigna del Estado Comunal del gobierno venezolano. Los Consejos Comunales fueron mencionados por primera vez en una ley especial del año 2002, como instancias de la sociedad civil (pregunta: si es así, ¿cómo puede entonces crearlos el Estado?). Posteriormente pasan a ser abiertamente brazos ejecutorios del Poder Central, vinculados directamente al Presidente de la República. El Poder Popular no nace del sufragio “ni de elección alguna sino nace de la condición de los grupos humanos organizados con base de la población”. Pero la propuesta fue rechazada en referéndum el año 2007. Sin embargo, el gobierno venezolano, a través de la Asamblea Nacional dominada por el chavismo, la ha aprobado en forma ilegal. En 2009 una ministra de Hugo Chávez llamó en cadena nacional de medios radioeléctricos a que los Consejos Comunales se incorporaran a la campaña para aprobar la reelección indefinida a favor de Chávez y su partido. Escribe López Maya: “El Estado Comunal emergente desecha instituciones políticas de la democracia liberal, como el sufragio universal, directo y secreto, el pluralismo, la alternancia en el poder y la independencia y autonomía de los poderes públicos, acusando importantes tendencias autoritarias.”

Para Ron Rosenbaum, en Smithsonian Magazine Lewis Lapham y su revista Lapham’s Quarterly se enfrentan a la paradoja de la era digital, que por un lado pone a disposición todo el conocimiento humano, mientras por el otro lo ahoga en un caos de trivia y parafernalia online. “Goethe dijo que quien no pueda apoyarse en 3000 años de aprendizaje vive con una mano adelante y otra detrás”, sostiene Lapham. La revista trimestral fue creada hace cinco años “con la misión quijotesca de servir como un motor de búsqueda altamente selectivo del saber del pasado”. El método es sencillo: la revista tiene estilo monográfico, su detonante es la actualidad (el número corriente se llama “Política”, debido a las elecciones presidenciales en EEUU), y ofrece una curaduría de textos de distintas épocas alrededor del tópico. Siendo editor de Harper’s de 1974 a 2006, Lapham atrajo a escritores como Tom Wolfe, David Foster Wallace, y Chistopher Hitchens, e impulsó la escritura en primera persona. Tenía la idea de que esta forma podía ser “más, en lugar de menos verdadera”, “mostrando cuánto más artístico y exacto podía resultar escribir en primera persona”. Según Rosenbaum, Lapham es un hombre de la Ilustración, guiado por el ideal enciclopédico de Diderot, para el que Facebook encarna “muchas de las características de la Santa Inquisición. Me refiero a su capacidad de data-mining. O lo que tenía en mente Torquemada. Quiero decir, la NKVD y la Gestapo eran agregadores de contenido”.

jueves, 25 de octubre de 2012

Cuando falla la prensa (quedan los blogs)

No sólo con la palabra, John Manuel Silva: cuestionar a la mayoría.  Tracción de sangre, José Roberto Duque: Revolución Comunal  Venezuelan Politics and Human Rights: La cámara del eco

En su blog No Sólo con la Palabra, John Manuel Silva reivindica su derecho a cuestionar a quienes votan por el gobierno. La polarización en Venezuela se debería a un proyecto que pretende “pulverizar” a sus opositores. Esto implica no reconocerles, por lo que a su vez, estos encuentran “imposible convivir con quienes los gobiernan”. Los amigos chavistas serían capaces de visitarlo y hasta cuidarlo en el hospital si la Guardia Nacional lo reprimiera, pero incapaces de exigir que no lo repriman.  El chavismo es una mayoría que no cree en el derecho ajeno, que en lo personal quiere a sus amigos opositores, pero que no está dispuesta a abogar por sus derechos. “La paz”, sostiene Silva, “no viene de abogar por mis amigos, sino de hacerlo por mis enemigos, por quien desprecio, por quien me repugna”. El dato del texto se debe a Caracas Chronicles.

Para José Roberto Duque, en Tracción de Sangre, es falso que sólo  habrá revolución mientras el chavismo gane elecciones, y opone a la euforia electoral el trabajo cotidiano. Chávez es un aliado, pero la lucha estaría en las bases, especialmente en la creación del Estado Comunal. Esto tomará decenios, según Duque, con aciertos y errores. Una revolución no es un acto de gobierno, y no se puede por lo tanto pretender que sean los jerarcas quienes la hagan. Tampoco implica acabar con la oposición, porque un hipotético país donde todos sean chavistas se anquilosaría inmediatamente. Supone incluso que la oposición ganará algún día y entonces prevé represión y persecuciones, porque toda revolución es por definición “ilegal”, pero no por eso se detendrá. Tomado del blogroll de Mi Jaragual

En Venezuelan Politics and Human Rights, David Smilde encuentra dos elementos en el corazón del fenómeno de la polarización. El primero, una dualidad amigo-enemigo que penetra a extremos únicos la esfera pública. Enumera varios artículos tomados de El Universal como demostración de la “ensordecedora” exageración de una victoria inevitable de Capriles. Sin negar el carácter también falsificador de los medios públicos, los medios privados habrían contribuido grandemente al autoengaño opositor. El otro efecto, muy relacionado, sería el de la “cámara de eco”. La gente sólo se reúne con quienes tienen la misma opinión y se produce un “aislamiento de relaciones” que se manifiesta en ambos bandos. En Venezuela incluso las encuestas son polarizadas, con diferencias entre sí de hasta 30 puntos. Como ejemplo de estos dos efectos coloca a la encuestadora Consultores 21, que dio ganador a Capriles, y cuyos números insuflaban ánimo a la oposición, ignorándose datos como el sesgo de 20 puntos en el referéndum del 2004, y de diez en el de 2009. Una gráfica con el crecimiento de la oposición a lo largo de los procesos electorales ha debido ser leída con variables que la contradicen: incremento de la aprobación del Presidente, incremento de ingresos.

Una clara muestra de cuando la prensa falla, sea oficial o privada.

martes, 23 de octubre de 2012

Traidores y héroes, mártires y espías

The New York Review of Books: Contra Hitler desde la inteligencia militar. Letras Libres: la historia no contada de Roque Dalton.

La Alemania nazi estableció bajo una pátina de legalidad un sistema que apuntó a exterminar cualquier disidencia, utilizando el aparato estatal y público. En tales condiciones hegemónicas, la resistencia fue rara, según escriben Elisabeth Sifton y Fritz Stern en The New York Review of Books.  Pero el abogado Hans von Dohnanyi y su cuñado, el pastor protestante Dietrich Bonhöffer, lograron conspirar desde dentro de la contrainteligencia militar alemana, la llamada Abwehr. Dohnanyi entró en 1929 al Ministerio de Justicia; conoció desde el inicio los crímenes nazis y recopiló secretamente pruebas, guardándolas en una base militar en Zossen. Se acercó a los oficiales de la Wehrmacht que quisieron derrocar a Hitler para evitar la guerra en Checoslovaquia, pero el appeasement franco-británico entregó al país en 1938. Bonhoeffer mantuvo una notoria postura crítica frente al régimen y su intento de crear una iglesia protestante limpia de “elementos judíos”. Su mentor en EEUU, el teólogo e intelectual Reinhold Niebuhr, le ofreció refugio, pero regresó a Alemania: tenía que buscar la derrota de su país para salvar la civilización cristiana. Ambos lograron entrar a la Abwehr, librándose de la conscripción. La conspiración se intensificó con la invasión a la URSS en 1941 (“inicio de una barbarie organizada como Europa no había nunca visto”, escriben los autores) y la conferencia de Wannsee que lanzó la “solución final de la cuestión judía”. Dohnanyi y Bonhöffer lograron sacar a catorce alemanes judíos hacia Suiza, como agentes de la Abwehr. En 1943 fueron hechos presos, pero sus carceleros no lograron sacarles nada. Sin embargo, la Gestapo encontró los papeles de Zossen. Hitler, iracundo y al borde de la derrota ordenó su liquidación. Dohnanyi, enfermo y drogado, fue colgado en Sachsenhausen. Bonhoeffer, en el campo de Flossenbürg, con las tropas americanas respirándole en la nuca a los alemanes. Ambos sucumbieron al último espasmo asesino del régimen. Sesenta y siete años después, la hija de Niebuhr, Elisabeth Sifton, les rinde el homenaje de este artículo, por haber –como dijera Dohnanyi- tomado “el camino inevitable de toda persona decente”.

Charles Lane entrega un reportaje en Letras Libres sobre el caso del poeta salvadoreño Roque Dalton, fusilado por sus compañeros de armas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1975, tras un “juicio popular”. La acusación de que el poeta era un agente de la CIA se revela como falsa; documentos desclasificados registran que si bien fue presionado en 1964, siendo miembro del Partido Comunista de El Salvador, “el retrato de Dalton que de ahí surge no es ni traicionero ni heroico…no cedió al chantaje de la CIA, pero su comportamiento durante el interrogatorio no fue tan audaz como él mismo sugeriría más tarde”. Dalton sí habría sido agente, pero de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, con el alias de “Juan Montenegro”. Un desertor lo describe como inteligente, pero dado a la bebida y a las mujeres. Los cubanos habrían instado al líder del ERP, Alejandro Rivas Mina, a aceptar a Dalton como asesor político; dado el carácter indisciplinado del poeta esto habría equivalido a buscar deliberadamente un enfrentamiento. “Para principios de la década de 1970, Dalton sabía más sobre el funcionamiento interno del Estado cubano que una década atrás, y su afición por la bebida y las mujeres había empeorado mucho”, sostiene Lane, y aventura: “De una u otra forma, por el riesgo que representaba, Roque Dalton estaba destinado a ser anulado. Y, el 10 de mayo de 1975, lo fue”.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Leitmotif

The New Yorker, Aleksandar Hemon: Cloud Atlas, obra a seis manos de los hermanos Wachowski y Tom Tykwer.                                                                        Nexos: Milan Kundera sobre Carlos Fuentes                                                                New York Times Magazine: David Mitchell sobre su novela llevada al cine.

En The New Yorker, Aleksandar Hemon entrega un reportaje que narra al mismo tiempo la creación de la película Cloud Atlas, dirigida por los hermanos Lana y Andy Wachowski, junto con Tom Tykwer, basada en la novela de David Mitchell, y la vida y carrera de los autores de The Matrix. Hijos de un hombre de negocios y una enfermera fanáticos del fine, los hermanos (son 4) crecieron viendo películas. Tras ver 2001 Odisea del Espacio (dos historias no conectadas: una en la prehistoria, otra en el futuro), de Stanley Kubrick, Lana (quien es transgénero y se llamó Larry hasta 2002) quedó intrigada con el monolito que de pronto aparece entre los homínidos. La respuesta del padre: es un símbolo, marcó su enfoque hacia el cine. Larry y Andy hicieron de su casa, y la vida en general, un campo de juegos y aventuras. Ya mayores, formaron una empresa de construcción y remodelaciones sin ser ingenieros; entre otras cosas, construyeron un foso de ascensor sin planos. De extendido sentido familiar, adoptaron a Tykwer como “hermano perdido”, luego de ver su película Lola Corre (una reelaboración de El Azar, de Kieslowski: dependiendo de si el protagonista logra tomar un tren, tendrá tres destinos, tres historias distintas). Puede ser una exageración de Borges haber escrito que acaso la historia universal sea la de unas cuantas metáforas, pero la idea se aplica al arte. El tema de The Matrix, la precaria separación entre mundo real y virtual, asemeja al de La invención de Morel, de Bioy Casares, y en ambas todo es obra de máquinas. De ahí, pasando por la impresión que una película con dos historias separadas provoca en unos niños, y la reelaboración de Kieslowski por Tykwer, se llega a las seis historias en distintos tiempos y espacios, de la novela Cloud Atlas, de la que Mitchell pensó: “es una lástima que sea infilmable”. Porque las tramas, que se relacionan por motivos recurrentes, se desarrollan cronológicamente hasta la mitad del libro y luego se invierten, de forma que todo comienza y termina en el siglo XIX. Tykwer y los Wachowski se retiraron a una casa en Costa Rica a escribir el guión. Desglosaron la novela por escenas, las anotaron en fichas de colores, las reordenaron cuantas veces pudieron. Sin éxito. Apenas el último día dieron con la fórmula. Es la misma de Terra Nostra de Carlos Fuentes, comentada por Kundera: “Una vida no basta. Se necesitan múltiples existencias para integrar una personalidad”. Un mismo actor pasaría a representar diferentes personajes, “actuando almas, no personajes”, según Tykwer.

En The New York Times Magazine, David Mitchell da (sin quererlo) una buena razón para leer el libro antes de ver la película: los actores encuentran matices insospechados la memoria del personaje original antes de ser encarnado desaparece, incluso para el autor que los creó. La estructura del tipo de matrioskas rusas de la novela dio paso a una de mosaico en la película: “no se le puede pedir al espectador que comience por sexta vez a ver la película luego de cien minutos”.

sábado, 13 de octubre de 2012

Elecciones en el cuartel

El Nacional, Colette Capriles: en Venezuela triunfó el conformismo conservador.                                                                                                               ProDavinci, Ana Teresa Torres: la fuerza de la tristeza                                    Clarín, Jorge Lanata: Venezuela es un cuartel                                                                   El País, Jorge Castañeda: la oposición atrapada                                                              Le Monde Diplomatique edición Cono Sur, José Natanson: la reelección, canto de sirena.

Hugo Chávez, inventor de la reelección perpetua, ha sido elegido por cuarta vez presidente en Venezuela para lo que será un total de veinte años por lo pronto. En El Nacional, Colette Capriles encuentra en su triunfo un escándalo: la impostura del carácter democrático y de izquierdas de su gobierno, y la pérdida de la república como “motivo de regocijo internacional”. La oposición, una “enorme minoría” congregada tras el candidato Henrique Capriles, que apostó por la unidad, la modernidad y el cambio, quedó sepultada bajo la hegemonía de una mayoría circunstancial y conservadora. Triunfaron la denigración del otro y el conformismo conservador. Pero cada quien es responsable por sus decisiones.

En ProdaVinci Ana Teresa Torres sostiene que la oposición había desterrado la duda en su campaña, minimizando al adversario y menospreciando a sus seguidores. Habría insistido “en verlo derrotado por nuestros propios deseos”. Torres reivindica la necesidad de la tristeza, o la depresión, y llama a no negar esos sentimientos: la fuerza de la resistencia estaría precisamente en que exige el estado de desoladora espera que toca a los derrotados (ya catorce años en su caso). No hay consuelo para muchos de ellos. Por lo mismo, la tentación de saltarse el obligado duelo es grande: “Duelos congelados por negados, esos sí que tardan en pasar. Una buena manera de saltarse el duelo es la del que dice, yo no he perdido, es que me robaron. O la de, yo más nunca voto, eso no sirve para nada”. Para dar una idea de la pérdida sufrida, Torres recuerda que “Freud definía la melancolía como la reacción ante la pérdida de un ser querido o su abstracción equivalente, y entre esas abstracciones equivalentes precisamente mencionaba la patria y la libertad”.

En Clarín, Jorge Lanata hace una crónica del día de las elecciones. Es predecible (vivió bajo la dictadura militar argentina) la incomodidad que le produce el toque de diana chavista a las 3am para despertar a los votantes: Venezuela es un gran cuartel. Una gran grieta lo divide; la división sería no sólo política sino cultural, y perdurará como sucedió en Argentina con el peronismo. Cuando el mayor diario titula: “El voto es secreto”, algo debe estar muy mal.

Jorge Castañeda resalta en El País que durante la campaña el Estado en su totalidad apoyó a un candidato: Chávez. El mismo arbitro electoral habría instrumentado una buena dosis de miedo a los votantes, sugiriendo que el voto pudiera no ser secreto. La oposición tuvo que lidiar con la naturaleza inimaginable de una derrota chavista: nadie podía concebir que el caudillo perdiera, o aceptara su derrota. “No tuvieron más remedio, la oposición y Capriles, que contender y poner la mejor cara ante una situación prácticamente imposible. Abstenerse, como en el pasado, implicaba condenarse a la marginación y a la impotencia; participar denunciando la inequidad de las reglas y de los recursos equivalía a un suicidio electoral: ahuyentar a los partidarios y contender en las condiciones existentes garantizaba la derrota. No había buenas salidas; la menos mala fue la elegida por la oposición”.

En Le Monde Diplomatique edición Cono Sur, el editorial de su director José Natanson se inscribe en el debate sobre la reforma constitucional de Argentina. Estudia las virtudes y defectos de los sistemas parlamentarios o presidencialistas para América Latina, y encuentra que el presidencialismo se ha revelado como sorprendentemente flexible al momento de superar crisis institucionales. En cuanto a la reelección presidencial, destaca que “Venezuela es hoy el único país latinoamericano que –a excepción de Cuba– no contempla límites institucionales al ejercicio permanente de poder”. A quienes –como Ernesto Laclau- defienden la reelección indefinida como ejercicio pleno de la soberanía popular, Natanson enfrenta el argumento de que el poder del pueblo no puede ser absoluto (el pueblo no puede torturar a los presos, por ejemplo), y por lo tanto necesita contrapesos: “En otras palabras, la democracia supone tanto la elección libre de un gobierno como la limitación del poder de ese gobierno”, escribe. “El debilitamiento de los límites al poder –entre los cuales el que fija un plazo determinado para su ejercicio quizás sea el más crucial– puede atenuar o incluso poner en riesgo el componente republicano de la democracia”. A diferencia de la “democracia plena”, en la que todos los partidos pueden perder las elecciones, sería lo que Andreas Schedler llama “autoritarismo electoral”, en el que siempre pierden los partidos de oposición.

jueves, 4 de octubre de 2012

Vuelta al futuro

The New York Times Magazine: The Inspiration Issue. La Jetée, obra seminal; el cine, máquina del tiempo. Looper de Rian Johnson. Los trabajos de Junot Díaz.                                                                                                                            Fernando Mires: Capriles está a la izquierda; Chávez, a la derecha.

En The Inspiration Issue de The New York Times Magazine, A.O. Scott hace notar que el cortometraje La Jetée, del recientemente fallecido Chris Marker, ha inspirado más películas –el remake Twelve Monkeys, Back to the Future, por nombrar un par- que cualquier comic o libro fantástico. La razón: su argumento circular es un viaje en el tiempo: “Según las leyes de la física, y los principios de la filosofía, el viaje en el tiempo es imposible. Marker demostró, con sus sugestivas imágenes y su lacónica narración en off, que para las películas es irresistible, incluso esencial”. El mejor homenaje que se le ha hecho en estos dos meses.

Adam Sternbergh explora las fuentes de Looper, de Rian Johnson: en el año 2044, un asesino a sueldo recibe sus encargos desde el tiempo futuro, hasta que un día tiene que eliminarse a sí mismo. Un viaje en el tiempo en el que encuentra a La Jetée, por supuesto: “no estaba en mi mente”, le dijo Johnson, quien evitó buscar referencias de viajes en el tiempo, “pero estaba”. El catálogo prosigue con un autor muy estimado por Marker, T.S.Elliot, Macbeth (según Johnson es un viaje en el tiempo, porque las brujas, al predecir a Macbeth lo que sucederá, hacen que suceda. Si es así, muchas tragedias son máquinas del tiempo). La pregunta esencial, e imposible sería: “¿Si pudieras viajar al pasado, regresarías para asesinar a alguien como Hitler?” Pero para Johnson la verdadera cuestión es: “¿sirve de algo solucionar el problema encontrando al culpable y matándolo? ¿No se crea así más bien una espiral de violencia que se perpetúa a sí misma?"

Sam Anderson habla del "lento metabolismo" creativo de Junot Díaz: su libro de historias cortas This Is How You Lose Her es el primero en cinco años, y apenas el tercero de su carrera. Es, según Anderson, excelente. Díaz sostiene que su crítico interior es excesivamente severo, lo cual “es un defecto de carácter”. Pero es un gran lector: “mi único superpoder. Leo un libro por semana”. Habla abiertamente de las historias que fracasaron: una en la que demoró seis meses, otra en la que demoró un año y cien páginas, otra más, de cincuenta páginas que acabaron en el cesto. De las historias que llegaron al libro dice que Miss Lora fue fácil. Y The Cheaters Guide to Love casi lo mata.

En su blog, Fernando Mires ve a Venezuela ante un nuevo comienzo con las próximas elecciones del 7 de octubre. Según él, el candidato opositor Henrique Capriles ha logrado conjugar en su discurso la dimensión de la lucha por las libertades democráticas y la dimensión de la lucha por la justicia social. En su forma de ser “descriptiva”, sería el suyo el verdadero discurso político; el del presidente Hugo Chávez, sería antipolítico. Los temas de Capriles, según Mires, son tradicionalmente patrimonio de las izquierdas socialistas: el progreso, la sociedad multicolor, la modernización económica. Los temas de Chávez son patrimonio de las más rancias derechas del continente: las glorias militares, el nacionalismo, discusiones racistas sobre el rostro de Bolívar. Una vuelta al pasado. Se entiende entonces que el actual presidente haya dicho en la actual campaña que quien no es chavista no es venezolano. La respuesta de Capriles pudiera ser una posibilidad de futuro: no es el presidente quien decide quiénes son los venezolanos; son los venezolanos quienes deciden quién es el presidente.

domingo, 30 de septiembre de 2012

El atajo de la palabra

Neue Zürcher Zeitung: Hitler, de la palabra a la acción                                      The Daily Beast: Borges, el inmortal                                                                            CBS, 60 Minutes: la memoria infinita

Marcel Reich-Ranicki, sobreviviente del gueto de Varsovia que se convertiría luego en el oráculo de la literatura en la lengua de sus victimarios, le llamó “el más grande orador en lengua alemana”; Thomas Mann le atestó una “elocuencia indeciblemente inferior pero efectiva para las masas”. Ambos son citados por Jörg Fisch en el ensayo para la Neue Zürcher Zeitung, en el que destaca la particularidad histórica de Adolf Hitler: a diferencia de otros criminales conquistadores (César, Napoleón, Lenin, Tamerlán, Gengis Khan) lo distingue, más que el uso de la violencia, su fracaso en alcanzar el poder por medio de la fuerza. Al caer preso luego del putsch de Munich se dio cuenta que su única arma era su facilidad para hablarle a las masas. Aunque no era bueno escribiendo, su éxito se debió a su talento demagógico, eficaz gracias a su histrionismo y el dispositivo escénico que desplegaba. En lugar de los actos irrumpió la palabra, que es la que hizo posibles los actos. Esto significó, en relación a sus predecesores, a los cuales superó en fuerza destructora, un cambio esencial de la fuerza bruta a la agitación política. El poder que alcanzó de esta forma se reveló como más resistente que el basado en la pura violencia. Pero sólo podía hacerlo en el ámbito de su lengua; la dominación del mundo vendría por la fuerza. Tomando el atajo de la palabra, el fracasado hombre de acción logró convertirse en victimario.

The Daily Beast presenta un extracto del ensayo sobre Jorge Luis Borges y su cuento Funes el Memorioso, del escritor bosnio Alexandar Hemon, que aparecerá en el libro de The Paris Review: Object Lessons: The Paris Review Presents the Art of the Short Story, a partir del 02 de octubre. El volumen contiene veinte ensayos de veinte escritores sobre otros escritores. Para Hemon, la obra de Borges pertenece a una tradición de literaturas cósmicas: la Biblia, la Iliada, la Divina Comedia, Ulysses. Común a todas sería la certeza de que todo el universo puede ser contenido en la palabra. Sería totalmente imposible conceptualizar la existencia humana sin la literatura. Funes, el memorioso, que recuerda en detalle cada día de su vida, se encuentra por lo mismo incapacitado de pensar y comunicar. Borges sugeriría que el olvido es imprescindible para que pueda existir el pensamiento y el lenguaje: “la necesidad esencial de olvidar bloquea la posibilidad misma de contenerlo todo, pero sin el olvido tal ambición no sería posible en absoluto”, sostiene Hemon.

Una visión más prosaica del tema la presentó hace dos años el programa  60 Minutes de CBS, realizado por Lesley Stahl: Endless Memory. Aquí ya no se trata de ficción literaria, sino de seis personas en los EEUU que pueden recordar perfectamente cada día de sus vidas. No necesitan del olvido para poder pensar, pero el sentimiento de soledad no les es ajeno; en el reportaje se revela de forma sorprendente cuando todos se conocen por primera vez, y es como si lo hubieran hecho durante años. Entre las cosas que descubren los científicos al estudiarlos, está la tendencia al Desorden Obsesivo-Compulsivo, algo que tal vez tengan también los bibliotecarios. Pero acaso lo más insólito sea que la propia periodista Lesley Stahl no haya encontrado al principio nada de extraordinario en este don; su amiga Marilu Henner, actriz de la serie Taxi de los años 80, con Danny De Vito y Judd Hirsch también lo posee, y por ello le pareció algo perfectamente natural.

martes, 31 de julio de 2012

La levedad de los hechos


Últimas Noticias, Díaz Rangel: la CIDH reconoció al gobierno de Carmona en 2002.
Prodavinci, Carlos Ayala Corao: la Comisión nunca reconoció al gobierno de Carmona en 2002.
UDD, Chile: la Comisión está penetrada por la izquierda latinoamericana.
Venezuelan Politics and Human Rights, Iñaki Sagarzazu: análisis técnico e histórico de encuestadores y resultados electorales en Venezuela.

En Venezuela los hechos pesan menos que las interpretaciones. Hasta las encuestas varían a extremos sorprendentes, desde las que sugieren un triunfo del presidente Hugo Chávez hasta por 30 puntos de ventaja en las próximas elecciones, a las que insinúan un triunfo de Henrique Capriles Radonski por estrecho margen. En Ultimas Noticias, el diario de mayor circulación en ese país, su director Eleazar Díaz Rangel se pregunta cómo es posible que incluso las encuestas que dan ganador a Chávez arrojen, a pesar de esto, todas resultados extremadamente distintos y contradictorios. “Deberían, en lo fundamental, coincidir”, sostiene, y considera que las encuestadoras deben una explicación. Un análisis más detallado y técnico lo ofrece Iñaqui Sagarzazu en el blog Venezuelan Politics and Human Rights, en el cual consolida las distintas encuestas de procesos electorales desde el año 2004 y los resultados reales. Sin que sus conclusiones deban tomarse como definitivas (son, a fin de cuentas, encuestas), es una útil herramienta en una esfera pública enrarecida.
Díaz Rangel prosigue su columna razonando a favor de la medida del gobierno venezolano de retirarse del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), cuyos dos pilares son la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, en adelante, la Comisión), y la Corte Interamericana de Derecho Humanos (CIDH, también, en adelante CIDH). La identidad de los acrónimos ha producido una constante confusión en la prensa en castellano (y cables de agencias) de la cual no se libra la columna de Díaz Rangel. Sostiene que la Corte condena a Venezuela por haber privado de libertad a Raúl Díaz Peña, sentenciado en Caracas por actos terroristas. “Lo absuelven y ¡obligan a Venezuela a pagarle 15 mil dólares por poner esas bombas!”, afirma. En realidad, la sentencia de la CIDH (aquí un resumen de dos páginas), si bien ordena entre otras cosas la indemnización “por la violación del derecho a la integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes”, a los que habría sido sometido, desestima la demanda de violación del debido proceso por no haber Díaz Peña agotado las instancias nacionales, y no lo “absuelve” de los cargos en su contra. No se pronuncia al respecto.
Según Díaz Rangel, la CIDH estaría sesgada en contra del gobierno de Chávez, por haber dictado unas 14 sentencias por violaciones a los derechos humanos (“supuestas o reales”, escribe), mientras habría ignorado los abusos perpetrados en épocas anteriores: por ejemplo, para la Corte no habrían existido “los centenares de muertos durante el Caracazo” (sin embargo, aquí, la sentencia en el caso, llamado en inglés: El Caracazo Case, condenando al Estado venezolano). Y en su análisis olvida que la Corte conoce de casos que le son presentados, no actúa de oficio.
También dice que la CIDH (¿Corte? ¿Comisión?) fue el único organismo internacional en reconocer al gobierno de Pedro Carmona en 2002, durante el golpe de Estado contra Chávez. Pero en Prodavinci, Carlos Ayala Corao, quien fuera miembro de la Comisión, sostiene que el propio Chávez habría agradecido a la misma la tramitación de medidas cautelares para él y otros personeros de su gobierno en esos días. El canciller venezolano criticó recientemente que la Comisión se hubiera dirigido en aquél momento a Carmona en términos respetuosos y deferenciales, pero Ayala Corao replica que actuó a instancias de ONG venezolanas de derechos humanos, como Provea y Cofavic, para proteger a personeros del gobierno chavista, y que las cartas también han sido dirigidas a Pinochet o Videla, o a Micheletti, para proteger la integridad de personas en peligro, sin que a nadie se le ocurra por eso que la Comisión reconozca gobiernos de facto.
Concluye Díaz Rangel argumentando que Venezuela no estaría haciendo sino lo mismo que EEUU, que “escapa a la jurisdicción de esos organismos” (en Prodavinci Ayala Corao expresa lo contrario) “y no es porque en ese país no se violen los derechos humanos. Basta señalar las torturas en su prisión de Guantánamo”. (Amnistía Internacional explica que el SIDH ha expresado la necesidad de que EEUU legalice el status de los detenidos de Guantánamo, en una carta en la que la ONG manifiesta su preocupación ante la posición de Venezuela).
José Francisco García y Sergio Verdugo, en un paper de la Universidad del Desarrollo, Chile, (cita tomada de Wikipedia) argumentan también contra el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Sostienen en esencia que sus doctrinas promueven la uniformidad interpretativa y no respetan (a diferencia de la Corte Europea de Derechos Humanos) el principio de deferencia debida a las realidades jurídicas y políticas de cada país. Es una variante del argumento de la soberanía nacional, esgrimido por el gobierno de Chávez, considerado de izquierda.
No deja de ser curioso entonces que los autores del artículo postulen la probabilidad, que admiten no haber podido demostrar aún, pero les inquieta, de que el SIDH sea “una institución que ha sido capturada por la izquierda latinoamericana”. Pero no llegan a proponer que Chile se retire. 

sábado, 28 de julio de 2012

Locura repetitiva, elefantes blancos


Revista Ñ: Richard Sennett y Saskia Sassen a Buenos Aires: cuando el sistema y sus críticos fracasan.
The Sydney Morning Herald: los Juegos Olímpicos, a Atenas.

Horacio Bilbao y Andrés Hax entrevistan para la Revista Ñ de Clarín, al sociólogo Richard Sennet, quien encuentra que en Europa y EEUU el orden neoliberal ha colapsado: “La idea de que el neoliberalismo, las economías del mercado, son formas de vida sostenibles es una fantasía. Es simplemente una fantasía”, sostiene. Sin embargo, no ve voluntad alguna en cambiar las cosas. La izquierda liberal, como Clinton y Obama, piensa en restaurar y hacer más humano el status quo y no se plantearían cosas más radicales, o se repensaría lo básico, como la relación entre finanzas y empleo. La izquierda radical regresa con críticas marxistas bien mecánicas y agotadas. “Hay parálisis en los dos lados”, dice. “El sistema está paralizado y sus críticos están paralizados”. Y cuando la gente entra en una situación estática, repite lo que conoce.
Tal vez por eso no sorprenda que el titular escogido sea: “Hay que perder el miedo al fracaso”, que es un consejo que da a sus alumnos. La entrevista plantea más preguntas de lo que ofrece respuestas. Aquí Ñ presenta un útil perfil de Richard Sennett.
El sociólogo norteamericano estará del 1 al 3 de agosto en Buenos Aires, junto a su esposa, la también sociólogo Saskia Sassen, invitado por la Universidad de San Martín. Ambos dictarán sendas conferencias públicas. De ser posible presenciarlas por Internet, El Café de Pascal ofrecerá los enlaces.
Para Jessica Irvine en The Sydney Morning Herald, el ganador de las Olimpíadas es el elefante blanco. Cuando visitó el sitio de los juegos de Barcelona en Motjuic, sintió a la vez la veneración que despiertan ruinas desoladas y la estupefacción indignada ante el despilfarro. “Se ha encontrado que, cuando todo ha terminado, ser anfitrión de los juegos deja pocos beneficios duraderos e involucra una enorme factura de costos de infraestructura, pagada por los contribuyentes a expensas del consumo privado, o por el gobierno a expensas de otras cosas, como fondos para el transporte público”. Construir cada cuatro años toda una nueva ciudad olímpica en una nueva parte del planeta es simplemente una locura. Lo mejor sería establecer la cita a perpetuidad en Atenas, con lo que además se crearía una actividad económica duradera para un país hoy en crisis. 

martes, 24 de julio de 2012

Marx de cabeza: menos que nada


The New York Review of Books: John Gray sobre Less Than Nothing: Hegel and the Shadow of Dialectical Materialism, y Living in the End Times, de Slavoj Žižek

En The New York Review of Books, el filósofo John Gray, de la London School of Economics, declara que el “neomarxista” Slavoj Žižek es uno de los pensadores que más ilustran las contradicciones del capitalismo actual, uno de los intelectuales públicos más famosos, y un prodigio de productividad, con más de sesenta libros publicados. La reseña que hace de dos de sus libros, sin embargo, no es positiva, si bien útil para una aproximación a su obra. Less Than Nothing: Hegel and the Shadow of Dialectical Materialism, sería una especia compendio de la obra de Žižek: mientras critica a Marx por no ser suficientemente radical en su pensamiento, alaba a Hegel por buscar una forma de pensamiento más dialéctica. El proyecto comunista habría sido utópico precisamente por no haber sido totalmente radical. En las mil y pico páginas del libro, no hay una sola que especifique la forma de comunismo que Žižek favorecería, y sería más bien una reinterpretación de Marx a través de Hegel, a través de Lacan, lo cual puede considerarse el núcleo del enfoque de Žižek. Según su lectura “lacaniana” de Hegel, en la historia no se va desplegando la “astucia de la razón” sino su impotencia, e inspirándose en Alain Badiou, Žižek extrema esta idea para rechazar el principio lógico de no-contradicción, de forma que en realidad, el sistema hegeliano sería un rechazo de la razón como se venía entendiendo entonces y establecería una “lógica paraconsistente”, en la cual una proposición no es suprimida por su negación. Si, según Marx, Hegel puso la dialéctica de cabeza y él la habría puesto de nuevo sobre los pies, Žižek pone a Marx de cabeza.  
En Living in the End Times, sostiene que la premisa de su libro es simple: el capitalismo global se acerca al apocalipsis. Según Gray, no intenta fundamentar en hechos -al contrario de Marx- su lectura de la historia. “Las ideas marxianas, en sus manos, se transforman en expresiones subjetivas de compromiso revolucionario. Si encuentran correspondencia con alguna cosa en el mundo, es irrelevante”, sostiene Gray. La verdad no es objetiva, sino la verdad de la propia posición subjetiva medida por el grado de su enunciación, y al contrario que en Marx, el comunismo no es una posibilidad realizable sino –con Alain Badiou- una hipótesis, algo con escaso contenido positivo pero con potencial de resistencia a lo instituido. Esa resistencia incluye –explícitamente- el terror, y su reinvención hoy en día como emancipador. Žižek alaba los Khmer Rouge por intentar la ruptura total con el pasado, que no fue llevada lo suficientemente lejos: no lograron una nueva forma de colectividad. “Una revolución genuina”, así lo glosa Gray, “podrá ser imposible en las circunstancias presentes. Aún así, la violencia revolucionaria debería celebrarse como “redentora”, incluso “divina”.”  Tal mistificación de la violencia per se no se encuentra en Marx ni Lenin, si acaso hay un precedente en Fanon. Para Žižek, Hitler no habría sido lo suficientemente violento, en el sentido de “esencial”, como para crear un nuevo orden. El problema con el nazismo no sería que fue demasiado lejos en su hubris subjetivista-nihilista de ejercer el poder total, sino que no fue lo suficientemente lejos, un espectáculo gigantesco de pseudo-revolución. Žižek estaría, en cierto modo, sugiriendo que el único mundo en el que no habrá antisemitismo, será un mundo sin judíos.
Por otra parte, según Gray, es difícil no pensar que buena parte de sus textos son una especie de autoparodia, así como es imposible no pensar en el affaire Sokal al leer el siguiente párrafo:
“La…virtualización del capitalismo es en el fondo la misma que la del electrón en la física de partículas. La masa de cada partícula elemental está compuesta por su masa en reposo más la aceleración de su movimiento; pero la masa de un electrón en reposo es cero, su masa consiste sólo en el agregado generado por su aceleración, como si se tratara de una nada que adquiere una engañosa sustancia sólo en virtud de centrifugarse ella misma en un exceso de sí misma”. Una proposición, qué duda cabe, que no puede ser suprimida por su negación y que Gray parodia afirmando, que a pesar de su sobreproducción, “adquiriendo una engañosa sustancia mediante la reiteración infinita de una visión esencialmente vacía, la obra de Žižek –ilustrando apropiadamente los principios de la lógica paraconsistente- asciende al final a menos que nada” –less than nothing.

viernes, 20 de julio de 2012

Ecuador bipolar


Gatopardo: Boris Muñoz, sobre la guerra entre el presidente Rafael Correa y los medios privados.

La demanda del presidente ecuatoriano Rafael Correa contra el diario El Universo de Guayaquil, por un virulento artículo de opinión en su contra, así como la que presentó también contra los autores del libro El Gran Hermano, que lo acusa junto a su hermano Fabricio de  tráfico de influencias ("mientras el presidente les daba los contratos, Fabricio negociaba con las empresas", sostiene uno de ellos), las sentencias draconianas de los tribunales contra los demandados, y el posterior perdón presidencial sirven a Boris Muñoz como eje del reportaje que entrega la revista Gatopardo sobre la guerra cotidiana que campea en Ecuador: “Los medios son un coliseo romano”, escribe Muñoz, “en el que se decide quien muere... y quien vive. Correa está en su arena como un gladiador esperando al próximo contrincante”. El trabajo logra representar lealmente a las partes en conflicto, de modo que el lector puede escoger él mismo por quién tomar partido (si se le ocurre tan descaminada idea), y contiene buena información, tanto sobre los pleitos judiciales, como de la farsesca y confusa sublevación en un cuartel de policías que dio origen al cuestionado artículo de Emilio Palacio en El Universo. En una sociedad al parecer inclinada a manifestaciones altisonantes del honor, su Presidente es capaz de detenerse en una marcha política para increpar a una señora que lo insulta y señala con el dedo, ordenar su aprisionamiento, y no liberarla hasta que no haya pedido disculpas. No es de sorprenderse que lo llamen dictador si asume tal pose, y mucho menos en un contexto tan crispado. Muñoz encuentra que “en una realidad polarizada, no hay transparencia” y Correa le explica la nuez del asunto: en el tenso ambiente que se generó cuando quiso convocar a una Asamblea Constituyente, la AEDEP (Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos) emitió un comunicado “con su estrategia de siempre: diciendo que llama a las partes a calmarse, para buscar el bien común. Es decir, ponían a todo el mundo en la misma canasta: quienes defendían la voluntad popular y quienes defendían sus corruptos privilegios. Nos reunimos con el buró político y dijimos: 'Si dejamos pasar esto, nos dominarán todo el gobierno'. Porque ésa es la estrategia: colocarnos a todos en la misma canasta, todos grises, para ser ellos la única referencia”, sostiene Correa. La solución fue la polarización, tal como explica Fernando Alvarado, Secretario de Comunicación del gobierno.
Pero al negarse a ser un gris más de la canasta, por definición, Correa y su gente rechazan las reglas del juego democrático. “Y no nos engañemos, desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”, le dice al periodista, para rematar, de forma por demás consistente con su exposición: “"Y Boris, usted está equivocado. Ya lo verá".
Sus palabras tomaron un sentido inesperado, o quién sabe, todo lo contrario: la edición ecuatoriana de Gatopardo que salió de la imprenta, lo hizo sin el reportaje de Muñoz.  

martes, 3 de julio de 2012

Disolución de las patrias


Newsweek: Lawrence Durrell previó el siglo XXI
Zeitzug: Durrell, desarraigo de un colono

En Newsweek, Peter Pomerantsev postula que el Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrel es como John Grisham reescrito por James Joyce. Durrel sería, más que el propio Joyce, Kafka o Proust, el novelista del siglo XX más proyectado hacia el mundo globalizado del siglo XXI. Nacido en India en la tercera generación de colonos, Durrel descubrió un día que en realidad no era británico, ni europeo. Se consideraba a la vez un “patriota” de la lengua inglesa y un “refugiado profesional” que no resistió “el prolongado dolor dental de la vida en Inglaterra”. Su obra contiene un mundo unificado espacialmente, pero fracturado en razas, credos y lenguajes distintos. “Los personajes de Durrell sufren al intentar negociar su multiverso”, retorciéndose y sucumbiendo en sus contorsiones. Desatendido durante años, interesante sobre todo para apátridas o errantes, el tiempo finalmente se estaría colocando a su altura.   
Pommerantsev refiere al sitio Zeitzug, de alguien que debe ser su pariente, pues se llama Igor Pomerantsev, poeta de algún lugar de Ucrania que perteneció a esa entelequia multicultural llamada Imperio Austro-Húngaro, quien entrevistó a Durrel en 1983, (la entrevista está muy mal editada). La ida a Inglaterra fue un shock para la familia, porque encontraron un ethos parroquiano y cerrado, que a primera vista contradecía el enorme y extendido poder que tenía. Durrel vio venir la conjunción de Oriente con Occidente, y la gran batalla no sería entre distintas fuerzas capitalistas sino entre el mundo positivista- materialista y el misticismo oriental.

domingo, 1 de julio de 2012

Predicamentos electorales


Reforma: Jorge Volpi: el voto escéptico
Tal Cual: Ibsen Martínez: O Nigeria, o Cuba

En Reforma, Jorge Volpi argumenta su decisión de voto diciendo primero que jamás fue para él tan frustrante. Del candidato del PRI, Peña Nieto, dice que no sabe nada de él, a pesar de su sobreexposición. Ni una idea propia, ni un rasgo de carácter: un espectro. Josefina Vasquez Mota, la candidata del PAN, le parece una persona seria y decidida, pero no ha sido capaz de distanciarse de la política de su partido que llevó a lso 60 mil muertos de la guerra contra el narco. Andrés Manuel López Obrador no es el inspirado Jefe de Gobierno del D.F. en 2000, ni tampoco el candidato perdedor del 2006. En aquella elección, “haber "mandado al diablo" a las instituciones y asumirse como presidente legítimo constituyó…una enorme irresponsabilidad política”, según Volpi. Su intransigencia le hace desconfiar. Sólo votará por él debido a la inclusión en el gabinete de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, y Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM, y porque representa un posible desarrollo de una alternativa socialdemócrata.
En Tal Cual (acceso limitado), Ibsen Martínez describe la “regla del pulgar” de Graham Greene, que orienta a los observadores extranjeros en las tierras irredentas: si el tirano de turno es un gritón carismático, dice estar con los pobres y contra los yanquis, y se proclama de izquierda, es automáticamente el bueno de la película. Así tratarían al Hugo Chávez de Venezuela. El otro candidato, Henrique Capriles, sería sólo “el otro tipo”. El petroestado venezolano no es más que una versión de la antigua corona española y su potestad sobre las riquezas del subsuelo, que produce el “ogro filantrópico” de Paz, con súbditos clientelares y no ciudadanos. Bajo Chávez, se ha acercado a…Nigeria, según leyó Martínez en The Economist: “Así que ya estamos en Nigeria, amigos; al borde de ser un estado fallido, aunque concebiblemente rescatable. ¿Daremos un paso al frente para caer en la pesadilla que es Cuba?  ¿Seremos un estado fallido y, además, irreversiblemente totalitario?
Votaré por el otro tipo. Llevaré dos más a votar por él. ¿Y usted?” 

miércoles, 27 de junio de 2012

Golpe ejecutivo, golpe legislativo, golpe judicial


La Prensa, Wall Street Journal. O´Grady: Martinelli, demoliendo la democracia
Prodavinci. Mires: la destitución de Lugo es ilegítima
Die Zeit: Ilegal proceso contra Lugo
Time: La tierra es la causa
Semana. Caballero: Reforma Judicial: el Estado intenta el autogolpe.

La Prensa de Panamá reproduce el artículo de Mary Anastasia O’Grady en el Wall Street Journal (aquí versión en inglés), para quien el presidente Ricardo Martinelli se está desplazando hacia el autoritarismo. El también dueño de una cadena de supermercados estaría intentando, -según O’Grady- aumentar el número de asientos en el Tribunal Supremo de Justicia, para de esta forma fabricar una mayoría favorable a la reelección, que no está permitida en Panamá. “Construye obras públicas y destruye la democracia”, según el artículo.
En cuanto a la destitución del presidente del Paraguay, Fernando Lugo, sostiene Fernando Mires en Prodavinci que la interpretación de una Constitución es un asunto de simple mayoría parlamentaria. Según Mires, lo que se hizo pretende que cualquier presidente pueda ser destituido al no contar con mayoría parlamentaria, lo cual sería admisible en una democracia parlamentaria (el parlamento elige al presidente), mas no en una presidencialista (los ciudadanos electores eligen al presidente). La destitución de Lugo habría sido producto de una conspiración y sin guardar las formas democráticas que son esenciales.
En un segundo artículo, Mires encuentra que la destitución no es un golpe de Estado, pues la Constitución la permite, pero sí es ilegítima, y su argumentación privilegia la idea de que sólo el pueblo puede destituir al presidente: “Eso quiere decir que si bien la destitución de Lugo, aunque realizada de acuerdo a leyes, desde el punto de vista político puede ser –y lo fue- un acto aberrante. Tanto o más si violó usos vigentes en el “occidente político”. Y uno de esos usos dice: los presidentes han de ser elegidos y revocados mediante la voluntad popular”.
En Die Zeit, la relación es algo distinta. La destitución de Lugo está contemplada en la Constitución, pero el proceso que se le siguió está lejos de ser serio. Lo que parece una opereta confusa de república bananera esconde en realidad una despiadada lucha por privilegios y poder. La coalición de Lugo se rompe con el tema de la Reforma Agraria. El pretexto para enjuiciarlo fue la invasión por parte de campesinos de las tierras (obsequiadas por el dictador Stroessner) del ex senador colorado Blas Riquelme, que terminó con 11 campesinos y 6 policías muertos. Los terratenientes culpan a guerrilleros infiltrados, pero no presentan pruebas. En Paraguay, 10 por ciento de la población concentra el 85% de las tierras. Muchos terratenientes son de origen brasileño. Las siembras de soya atienden sobre todo a China, país que no ha dicho nada de la situación.   
La revista Time presenta otras estadísticas, lo cual demuestra que las cifras también son contenciosas (o que el rigor periodístico se acomoda al momento). Hoy, apenas 1% de la población poseería 80% de las tierras cultivables, según la Federación Nacional de Campesinos; las propiedades habrían sido concentradas durante la dictadura de Stroessner por sus allegados. La crisis en Paraguay expresaría la vieja deuda de América Latina en cuanto a la propiedad de la tierra y lo más probable es que sea, al mismo tiempo, producto de las maquinaciones del partido Colorado y de los propios errores de Lugo. El presidente depuesto puso fin a 61 años de monopolio colorado en el poder.  Paraguay sería el cuarto mayor exportador de soya del mundo, y la tierra en conflicto se usaba para sembrar soya. La gran mayoría de campesinos estaría excluida de los beneficios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que “considera inaceptable lo expedito del juicio político contra el presidente constitucional y democráticamente electo. Considerando que se trata de un proceso para la remoción de un Jefe de Estado, es altamente cuestionable que éste pueda hacerse respetando el debido proceso para la realización de un juicio imparcial en tan sólo 24 horas. La Comisión considera que el procedimiento seguido afecta la vigencia del Estado de Derecho en Paraguay”.
La CIDH pudiera ser la instancia más apropiada para defender a Lugo: si el juicio no se apegó a la ley, hubo golpe de Estado. Pero tal vez eso no sea lo que realmente interesa a sus ruidosos amigos, ni a nadie, porque equivaldría a reconocer a una CIDH que molesta a todos.   
En Semana, Antonio Caballero escribe indignado que la Reforma a la Justicia en Colombia es un torpedo bajo la línea de flotación de la Constitución. “Y eso es así por la condición de quienes la promueven y la apoyan: nuestra clase política. Es una iniciativa de hampones para defender su hamponería. Es una consagración de la impunidad para los congresistas, un premio al servilismo para los magistrados de las altas Cortes y, para los representantes del Ejecutivo, la compra de la reelección presidencial”. El Estado estaría así intentando el golpe de Estado. Caballero, lamentablemente no ofrece luces, sino la descalificación total que precede al triunfo de la anti-política. Según él, sólo la resistencia civil puede impedir esta reforma, pero “esto de la resistencia civil es algo que muy poco se ha practicado aquí, en este país de borregos obedientes que para defenderse de los abusos son capaces de convertirse en tigres carniceros, pero no saben erguirse en solo dos de sus cuatro patas, como hombres. Por eso aquí hay guerrillas, pero no hay oposición”. La indignación pública y la mala prensa han hecho, sin embargo, que de pronto todos se distancien de la reforma, la cual parece que será hundida. 

domingo, 24 de junio de 2012

Los esclavos Góngora


The Paris Review. Frederic Tumen y Roberto Bolaño: perseguidos por Góngora
The Guardian. Zizek: la otra parte, esclavos.


En The Paris Review, Frederic Tuten entrega un homenaje-parodia a/de Roberto Bolaño, en el cual su alter ego literario es la parodia del alter ego literario de Bolaño. Tan sólo la ocurrencia del nombre de Octavio Rima, cruce del Ulises Lima de Bolaño con Octavio Paz, justifica la lectura. En pocas líneas, Tuten enfrenta a Quevedo con Góngora a través de pandilleros mellizos, en un inglés español mexicano que “juega con el lenguaje” a lo “río de palabras” latinoamericano, empapado en cine gore, Marco Ferreri (gore  intelectual), y por ende, claro, Bukowski, crónica policial y referencias literarias: Tuten es muy conocedor de la cultura latinoamericana, particularmente del Cinema Novo Brasilero, y fue co-guionista del polaco Andrzej Zulawski en el film “Posesión”, drama marital en el que la mujer (Isabelle Adjani) es tomada por una criatura monstruosa diseñada por Carlo Rambaldi.
Los párrafos son como este:
“We got into Lope de Luna’s parked car—a ’68 blue Chevy with faux-leopard-skin seats and souped-up engine—and sped off, Octavio and Leche de Amor and me, with the Gongora Brothers in such close pursuit I could read Vallejo’s poems in their headlights”.
¿Qué más quieren?
En The Guardian, Decca Aitkenhead habló con Slavoj Zizek, quien le confió que el 99% de la humanidad es idiota y aburrido. Aitkenhead no logra sacarle a Zizek más que unas cuantas provocaciones; encuentra su filosofía impenetrable, pero la resume en una joya de humor involuntario: “nada es nunca lo que aparenta ser, y la contradicción está imbricada en casi todo. La mayor parte de lo que tomamos por radical o subversivo, o simplemente ético, en realidad no cambia nada”.
Zizek tiene fervorosos seguidores. O detractores que lo llaman “el Borat de la filosofía”. Con Aitkenhead, habla de su odio por los estudiantes que le tienen confianza a pesar de que les ladra, su desesperación ante lo abierto de los norteamericanos, que hablan de sexo con cualquier desconocido, y le cuenta a la periodista sus preferencias sexuales, sus miedos, sus tres divorcios, su hijo de doce años, al que no había querido tener, pero tal vez por eso mismo ahora quiere más, y confiesa su carácter romántico. En cuanto al mundo actual, las reformas bien intencionadas y consensuadas pudieran funcionar localmente, pero lo local pertenecería a la misma categoría de las manzanas orgánicas y el reciclaje: un paliativo para que la gente se sienta bien. La gran pregunta hoy sería cómo organizar la acción global, a un inmenso nivel internacional, sin caer en la dictadura totalitaria. Para Zizek, los tiempos son peligrosos. Fue con su hijo de vacaciones a Dubai, y vio el futuro: “en Dubai, sabes, la otra parte son literalmente esclavos”.

jueves, 21 de junio de 2012

El conocimiento abierto


Intelligent Life: ¿podrá sobtevivir The Guardian, ejemplo de éxito en la web?
Revista Piauí: por el acceso abierto a las publicaciones científicas.

En Intelligent Life, Tim de Lisle habla con el director de The Guardian, Alan Rusbridger, y entrega una pequeña historia de horror sobre el periodismo en la era de Internet. The Guardian es tal vez el diario que más se ha adaptado a los tiempos, negándose sistemáticamente a cobrar por su versión online. “El Periodismo Abierto”, sostiene Rusbridger, “es el que se encuentra entermente imbricado en la red informativa del mundo de hoy. Enlaza a ella, la cuela y la filtra. Colabora con ella y generalmente usa la capacidad de cualquiera para publicar y compartir material para entregar una major relación del mundo”. El periódico se ha reinventado varias veces; a finales de los ochenta se transformó en el de mayor estilo, inventiva, erudición, el más indicado para reflejar nuestro tiempo, de los diarios británicos. En los 2000, abordó su flanco débil: el periodismo de investigación duro, hasta llegar a develar el escándalo de los teléfonos intervenidos por la prensa de Rupert Murdoch. En 1995, comenzó en la web, un inicio temprano, y “para marzo de 2012 estaba subiendo 400 piezas de contenido cada 24 horas…El tráfico total de The Guardian, alrededor de 67 millones de visitantes al mes, todavía crecía en 60-70% al año”, sostiene el artículo. Es el quinto diario más visitado en los computadores del mundo, un tercio de sus visitas viene de EEUU. Una historia de éxito...o una montaña rusa: en los últimos tres años ha estado perdiendo 100 mil libras esterlinas al mes. El artículo explica el misterio de cómo, a pesar de todo, The Guardian sigue siendo posible…sin dejar de insinuar que el modelo de negocios de Intelligent Life (paywall “poroso”), es mejor.
El blog Questões da Ciencia, de Bernardo Esteves, en la Revista Piauí, refiere al blog Life and Physics de John Butterworth en The Guardian, quien aboga por el acceso abierto a las publicaciones científicas y presenta el sitio arXiv.org, curado por Cornell University. Esteves presenta también a la revista académica de acceso abierto para ciencias médicas y biológicas PeerJ, recién lanzada hace unos días, y celebra el 30 aniversario de la revista brasileña A Ciencia Hoje.