El agregador esloveno Salon ofrece una versión en
inglés del artículo
de Péter Nádas aparecido en Lettre (acceso libre a un extracto de 12 mil
caracteres sobre un total de 95 mil), en el que analiza las razones del fracaso
del tercer (el actual) intento de modernización en Hungría. El legado del
comunismo impidió que la privatización tuviera éxito. Habiendo empujado la economía
a la sombra, las relaciones contractuales y el dinero fueron sustituidos por la
palabra empeñada y el trueque. Compromisos ilegales no pueden ser reclamados en
la corte, sólo por mano propia. La diferencia entre “sí” y “no” se borró, la
palabra “recibo” es considerada todavía hoy un insulto. Quien no participa del
acto de robar y estafar sancionado tribalmente es un paria. La sociedad no
estaba preparada para asumir la responsabilidad ligada a la propiedad, la
inversión, los impuestos, la transparencia y el equilibrio de poderes. Según Nádas,
el ansia de propiedad acumulada por 40 años de socialismo ha llevado a una
sociedad profundamente egotista, organizada alrededor de clanes y tribus. El
párrafo siguiente es un calco de América Latina: “El espíritu provinciano
aborrece la autocracia, pero compra un poco de seguridad sirviendo lealmente al
próximo señor. No anhela virtudes más altas, no le gusta la universalidad en
nada, ni siquiera en la Iglesia, y está feliz de ser constreñido por el clan y
la familia. Consecuentemente, no entiende el individualismo, tratándolo con
profundo desdén. Se muda a la ciudad, a sus vecindarios más costosos, pero odia
lo urbano”.
En Arman-do.info, Corina Rodríguez Pons realiza un muy estructurado
reportaje en torno al cierre de las casas de bolsa en Venezuela y el
encarcelamiento de muchos directivos. Paradójicamente, el gobierno “socialista”
de Venezuela, al imponer un rígido control de divisas, creó el negocio que
haría ricas a las casas de bolsa. La razón: pronto se vio que la rigidez del
control oficial asfixiaría la economía y por eso se permitió las operaciones de
títulos de valores en moneda extranjera. Fue muy útil para el gobierno, pues
vendía en moneda local bonos estatales, o de la petrolera PDVSA, con los rendimientos
y el principal al vencimiento pagaderos en dólares. En muchos casos, se transformó
en una forma de adquirir divisas, pues los bonos se podían vender en el
extranjero en el mercado secundario. El diferencial entre el precio pagado en
moneda local y el obtenido en dólares arrojaba un tipo de cambio implícito que
orientaba al ilegal mercado paralelo. El reportaje se centra en la mayor de las
casas de bolsa, Econonivest. Cuatro
directivos están presos en la Dirección de Inteligencia Militar, junto a un
guerrillero de las FARC, un empresario-banquero y un sindicalista que fue
simpatizante del gobierno y ven la luz del sol una vez a la semana. Tardaron 8
meses en recibir la primera audiencia, y 11 meses en ser imputados. De las
acusaciones originales (simulación de operaciones sin títulos, especulación) no
quedó ninguna en pié: el juez sostiene que el delito imputable es el de
ilícitos cambiarios porque la intención de las compras y ventas de bonos habría
sido la adquisición de divisas. La página presenta también un video con la
versión del gobierno.