sábado, 31 de marzo de 2012

Vediamoci a Cadaqués



Copyright: Lisbeth Salas
¿Por qué pensar en la muerte?
The Guardian: Mohsin Hamid sobre Tabucchi, las reglas de la ficción, y Sostiene Pereira
Letras Libres: Vila-Matas, Tabucchi y los recuerdos inventados.

Lo mejor de la Web no siempre está en los medios (grandes o alternativos) públicos. Luis Córdova, periodista latinoamericano, publicó en su muro de Facebook, breve, sin esfuerzo, y con espíritu: “Se murió en su Lisboa el escritor italiano Antonio Tabucchi... Agarro un libro inolvidable, marcador para tantos de nosotros, y de inmediato los ojos leen: "...Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte. En aquel hermoso día de verano, con aquella brisa atlántica que acariciaba las copas de los árboles, y un sol resplandeciente, y con una ciudad que refulgía, que literalmente refulgía bajo su ventana, y un azul, un azul nunca visto, sostiene Pereira, de una nitidez que casi hería los ojos, él se puso a pensar en la muerte. ¿Por qué? Eso a Pereira le resulta imposible decirlo...".
En The Guardian, pero del año pasado, el novelista Mohsin Hamid relee Sostiene Pereira, libro que devoró en una tarde y una noche en un hotel de San Francisco, y se pregunta cómo ha podido esta novela, literaria como la que más, resultar “a thrilling page-turner”. La respuesta estaría en su forma: su brevedad es el contrapeso de su tema. Hamid sostiene que Sostiene Pereira se mueve rápida sobre el formato corto. Pero lo más impactante es el uso del testimonial: “La novela no es una narrativa tradicional en tercera persona, en la cual Pereira es, él mismo, un personaje meramente. Tampoco es una narrativa tradicional en primera persona, en la cual Pereira nos cuenta su historia. En cambio, tenemos un testimonio en el que Pereira testifica la relación de sus actos, transcrita por otra persona”. A través de la forma testimonial el lector se convierte en detective. Hamid sostiene: “las lecciones que Pereira enseña sobre cómo funciona la ficción tienen el poder de transformar. Sin duda cambiaron a este escritor. Sin Pereira mi segunda novela no hubiera sido escrita como lo fue. Por eso, y por el placer que Sostiene Pereira me ha proporcionado repetidamente, estoy profundamente agradecido”.
En Letras Libres del 2003, Enrique Vila-Matas le da un par de vueltas de tuerca a lo explicado por Hamid, en su artículo Los Tabucchi. Asegura tener un recuerdo de los cinco años, en el que conoció a Antonio Tabucchi, entonces un niño de diez, al que todas las tardes le gritaba cosas por encima de la tapia, durante las vacaciones de verano, sin saber por supuesto que sería después Antonio Tabucchi. Vila-Matas dice que su madre dice que él, Vila-Matas, siempre inventa los recuerdos. Incluso escribió un libro de recuerdos inventados, en el que inventa recuerdos del escritor Tabucchi, entre otras cosas. Pero cuando leyó el libro, su madre le dijo: tal vez el Tabucchi ese sea el niño de al lado, el de los Tabucchi. Al conocerse finalmente, ambos escritores deciden que su recuerdo debe parecer inventado…y la mejor forma es contando la verdad. Como haciendo valer (pero como niños, no como adultos) lo que el niño de cinco años le gritaba al de diez, al otro lado de la tapia, aquél verano, real o inventado, en Cadaqués: “Antonio, los adultos son estúpidos”. 

martes, 27 de marzo de 2012

sábado, 24 de marzo de 2012

El cuerpo desaparece


The New York Review of Books: la victoria final de Tony Judt
The Paris Review: entrevista con Robert Silvers
Piauí: la desaparición de Barbara Follet

En The New York Review of Books, Jennifer Homans reseña el proceso de creación del libro Thinking the Twentieth Century, de su fallecido esposo, el historiador y ensayista británico Tony Judt, quien murió en 2010 víctima de esclerosis lateral amiotrófica. Prisionero de su cuerpo, Judt trabajó enfebrecido en esta historia del pensamiento del siglo pasado, partiendo de conversaciones con Timothy Snyder. Perdió el control sobre sus miembros a velocidad pasmosa, la conciencia de muerte derivando en urgencia porque lo único cierto era el futuro, la muerte. Eso influyó en su visión de lo político y lo hizo más radical, en el sentido que le confiere Homans: (el libro) “vierte décadas de pensamiento y conocimiento, y días de enfermedad, en el idealismo de toda una vida. Es un idealismo que en esas circunstancias podía ser mantenido solo por una mente ferozmente disciplinada, y a gran costo personal. No quiero decir con esto que Tony creyera en una sociedad ideal. Su único idealismo era la seriedad en el debate público”. Para Judt esta es una era del miedo, y la explotación del mismo con fines políticos, como sucedió con el 11 de septiembre, es el mayor abuso ético.
The Paris Review presenta una entrevista realizada en Shakespeare & Co con Robert Silvers, quien fuera editor de la revista en los  años 50, y luego editor-fundador de The New York Review of Books. Mientras trabajaba en Harper’s, Silvers publicó un artículo de Elisabeth Hardwick que trataba la decadencia de la reseña literaria, calificándola de gris, anodina, y pobre en lo literario. El artículo provocó cierto revuelo. Pero una nueva revista de libros no conseguiría anunciantes, se dijo. Entonces la New York Times Book Review tuvo que pararse por una huelga de tipógrafos en el periódico que duró tres meses. Las editoriales no sabían qué hacer, los libros se editaban y no había dónde publicitarlos. Era el momento de salir; el primer número vendió 100 mil ejemplares. Más que reseñas, se trataba de ensayos sobre los libros, provocadores e interesantes, hechos por los mejores escritores del momento. Durante las guerras de Vietnam e Iraq, la revista estuvo a contracorriente de la opinión prevaleciente. Dio la noticia de los memorandos de Downing Street.
La revista Piauí entrega la historia de Barbara Follet, niña prodigio de la literatura norteamericana. Su padre fue su mentor; la máquina de escribir, su compañero ideal, permitiéndole desencadenar sus pensamientos sin aún poseer la coordinación necesaria para manejar el lápiz. The House Without Windows, la historia de una niña que se aventura y desaparece en el bosque, se publica cuando tiene 12 años y la aclamación es general. Se enrola en un barco maderero y luego escribe The Voyage of the Norman D, confirmando al público que ya no era una niña, sino una autora. En esa plenitud, su padre destruye el idilio familiar (así lo percibía ella) y se marcha con una mujer más joven. Comienzan las penurias para Bárbara y su madre. A los 16 años, trabaja como mecanógrafa y taquígrafa en Nueva York: sus sueños “están muriendo bajo las aceradas jabalinas y flechas de un mundo de Tiempo y Dinero”. Escribe su novela Lost Island, sobre una pareja arrastrada a una isla desierta; al ser rescatados, la mujer no quiere regresar. Barbara se casa con un amante de la naturaleza, Nickerson Rogers, quien se enamora de otra. Luego de una pelea, a los 26 años de edad, Barbara desapareció para siempre. Ninfa del bosque, abandonada por los dos hombres en quienes confió. Sus manuscritos son la lectura más triste de toda la literatura americana. El artículo original puede leerse íntegro en Lapham’s Quarterly, con el título: Vanishing Act.

jueves, 22 de marzo de 2012

Sí se puede


Le Monde: autistas contra los lobbies
The Wall Street Journal: la orquesta sin director
Letras Libres: novela póstuma de Félix Romeo
Le Monde: Artemisia Gentileschi, la mujer pintor

Artemisia Gentileschi: Judith y Holofernes. Museo  di Capodimonte. Tomado de Open Book Publishers con licencia de CC
En Le Monde, Gabriel Bernot, miembro de la asociación Spectre Autistique, escribe que fue diagnosticado con autismo como adulto porque nadie se preocupó de su condición cuando niño, salvo alguna curiosidad por haber pronunciado su primera palabra recién a los cuatro años. Asistiendo al colegio “de incógnito”, acabó logrando estudios superiores, como muchos otros al igual que él. Sus casos abrirían la posibilidad a un futuro similar para la casi totalidad de los niños autistas, si no fuera por la exclusión de que son objeto por parte de autoridades y gremios. Los lobbies se dividen en pro-psicoanálisis, que describirían sus logros como la “desolación característica del vació interior de la psicosis”, y anti-psicoanálisis, según el cual sufren de una “malformación cerebral”. Se juntan en un punto: la necesidad de tratamiento. Para Bernot, sería la “cubierta de un humanismo condescendiente”.
The Wall Street Journal presenta a The Orpheus Chamber Orchestra, con una peculiar característica: no tiene conductor. El complicado proceso de creación es explicado por dos veteranos integrantes (en realidad, usan un “director” para cada pieza). Las cuerdas tienen que dar la entrada a otras secciones y aprenden a considerar la pequeña demora de los vientos en producir sonido. Las presentaciones son eléctricas, de concentración acumulada. “Escuchar se hace intenso porque siempre estás tratando de imaginar lo que va a pasar”,  por ejemplo un solo particularmente hermoso, o el líder de una sección tomándose su tiempo con alguna frase. O saltándose una página completa.
Letras Libres publica el inicio de la novela Noche de los enamorados, de Félix Romeo, quien falleció en octubre pasado, no sin antes entregar su obra, que saldrá en estos días publicada por Mondadori. El extracto es contado en primera persona por una especie de detective o periodista en la escena de un crimen: el  asesinato de una mujer. En su prosa, el poeta que fuera Romeo hace versos de las notas que va tomando el narrador:
Por ejemplo:
“Tiene los ojos cerrados.
Su asesino se los ha cerrado.
Quizá.
Cerrar los ojos de la víctima es señal de conocimiento entre el verdugo y la víctima.
La evidencia de que el verdugo se niega a considerarse culpable.
La prohibición que impone el verdugo a la víctima.
No me sigas mirando”.
Y por otra parte:
“Es raro que la madre de María Isabel, en una época en la que las mujeres no pueden ni siquiera abrir una cartilla de ahorros sin el permiso de su marido, sea quien gestione esos negocios, que tenga un coche, un taxi o una furgoneta para mercancías o una ambulancia o un autobús de pasajeros, que mantenga un puesto en un mercadillo.
Es raro, pero qué no es raro”.
Le Monde presenta una serie de pinturas de Artemisia Gentileschi, pintora de la Roma barroca del siglo XVII, una época en la que no se suponía que las mujeres pudieran pintar. La muestra tiene lugar en el Musée Maillol de París, hasta el 15 de junio.

martes, 20 de marzo de 2012

Taxonomía y barroco

Revista Ñ: Beatriz Sarlo y el barroco de Monsiváis.
El Faro, El Puercoespín: En El Salvador los muertos se negocian
Sampsonia Way: el presidente sin rostro

En la Revista Ñ, Beatriz Sarlo evoca a Carlos Mosiváis con motivo de la publicación de una Antología esencial por la editorial Mardulce. Alejado del populismo cultural, los textos de Monsiváis, “antiesencialista y libertario”, no proclamaban la redención de lo “bajo” que se transmuta en lo verdadero y desaloja a lo “alto”. El drama y su parodia se desarrollarían para él en la superficie, su sensibilidad a las contorsiones de la forma captó el barroco mexicano. La cultura contemporánea vive de efectos, de la presentación espectacular de algo. “Si algo le queda al nacionalismo es su condición pop”, escribió en uno de los ensayos. Lo más personal de Monsiváis no sería la argumentación sino la capacidad para percibir y clasificar. “Dicho así, parece sencillo”, sostiene Sarlo. “Sin embargo, Monsiváis clasifica una masa gigantesca y escribe su “fisiología”: la cultura popular, la cultura industrial, el pop, la literatura, los usos y costumbres. Cada elemento de la infinita taxonomía lleva su calificación descriptiva en una especie de síntesis vertiginosa”.  Barroco.
El gobierno de El Salvador pacta con las pandillas. El reportaje, realizado por el periódico digital El Faro, de ese país, le llevó a recibir serias amenazas, como informa El Puercoespín. En el trabajo de El Faro, un pandillero en libertad recibe la orden por celular de correr la voz y aguantar la marcha de asesinatos. Pronto se revela que se trataría de un acuerdo entre el Ministerio de Justicia y Seguridad, cuyo titular habría prometido en noviembre reducir en un 30% los asesinatos anuales, y los jefes de las pandillas, que habrían sido trasladados de la prisión de máxima seguridad de Zacatecoluca y obtendrían beneficios económicos para sus familiares.
La caricaturista venezolana Rayma Suprani irá mañana a denunciar ante la Fiscalía de ese país el acoso que ha recibido a través de redes sociales, luego de ser acusada en un programa de la televisora del gobierno, VTV, de ““propagar odio”, de “racista”, “clasista” y un “ejemplo del tratamiento denigrante al que la oligarquía y el imperialismo someten al pueblo”. En Sampsonia Way, Suprani explica en una entrevista cómo es trabajar en un país donde quien irrespete al presidente puede ser condenado hasta a 30 meses de cárcel (para quien quiera seguir el link que allí se ofrece: art. 148 del Código Penal) y “lo que prima es la idea militar de obedecer órdenes y evitar la diversidad de pensamiento”.


viernes, 16 de marzo de 2012

Corazón de las tinieblas


Los Angeles Review of Books: Gente que come gente
Letras Libres: Timothy Snyder: Auschwitz es solo una introducción al Holocausto.

En Los Angeles Review of Books, Steven Shapin reseña An Intellectual History of Cannibalism, del filósofo rumano Catalin Avramescu, y escribe: “Eating people is wrong. But why?” El caníbal es hoy una figura marginal, vinculada a crímenes tortuosos, pero en otras épocas tuvo bastante importancia en la discusión de sistemas morales y políticos. Avramescu lo rescata de los márgenes patológicos y explica cómo fue a dar allí luego de su significancia para duraderas tradiciones de pensamiento. Por ejemplo, la justificación del poder soberano: si el ser humano es cruel por naturaleza, entonces hace falta un Estado poderoso, pero si es bondadoso, es difícil justificarlo. El primer caso, se emparenta con Thomas Hobbes, el segundo con Rousseau, que creía que el hombre había sido vegetariano. La base de la argumentación podía darse de dos formas: referirse a un estado natural que nadie había conocido –o decir que se encuentra en el Nuevo Mundo. No por nada, la palabra “caníbal” deriva de “caribe”. Pero en la discusión sobre la antropofagia entre los indígenas americanos, sostiene Shapin, los académicos se han comido vivos durante años. El canibalismo significó además un serio problema para la doctrina cristiana de la resurrección de la carne. Y el escepticismo de la Ilustración respecto a la misma, fue tal vez una señal temprana de la muerte Dios y la pérdida de importancia del caníbal. El libro da cuenta de esta evolución.  
La incertidumbre europea motiva a Timothy Snyder para llamar la atención en Letras Libres sobre la historia reciente de asesinatos en masa y las distorsiones de la historiografía. Auschwitz y el Gulag han servido para disimular la verdadera magnitud de la catástrofe provocada por dos estados totalitarios: la Alemania nazi y la Unión Soviética. En 1943 y 44 se registran las mayores matanzas de judíos europeos occidentales, pero a finales de 1942, ya había muerto dos tercios de los judíos que serían asesinados durante la guerra. Y los muertos por disparos fueron incluso más que los de las cámaras de gas. Según Snyder “Auschwitz es solo una introducción al Holocausto. El Holocausto es solo un indicio de las metas de Hitler”. Auschwitz estaba en el Reich alemán y el Gulag en Siberia; el lugar de la verdadera catástrofe quedó relegado al olvido: Europa Oriental, Polonia, Ucrania, Bielorrusia. Más del setenta por ciento de las víctimas del holocausto fueron judíos no occidentales. Los nazis pensaban implantar un Plan de Hambre en la Unión Soviética que eliminaría unas 30 millones de personas en Bielorrusia y el norte de Rusia, como parte del Generalplan Ost que acabaría en total con 50 millones de personas. Stalin usó el hambre deliberadamente para matar 3 millones de ucranianos. El Gran Terror sobre la capa intelectual fue apenas una fracción del que cayó sobre los campesinos, asesinados por razones políticas. La formulación de Snyder es que “si Europa fue, como dijera Mark Mazower, un continente oscuro, Ucrania y Bielorrusia fueron el corazón de las tinieblas”. Aquí, el link al original en The New York Review of Books. Viene con un mapa de los sitios de la muerte.

martes, 13 de marzo de 2012

Nada es lo que parece


Frankfurter Allgemeine Zeitung: Daniel Kehlmann reseña A Summer of Drowning, de John Burnside. Entrevista con Cindy Sherman
Guernica: Jamenei prohibirá la bomba iraní.

Daniel Kehlmann (La medición del mundo) reseña para la Franfurter Allgemeine Zeitung la novela A Summer of Drowning, de John Burnside.  La obra es el complemento, o el reverso, de su novela anterior, Glister. Aquí, la historia realista de un niño solitario en una ciudad industrial, esconde un cuadro teológico del infierno; en la otra, una historia de espantos en una isla bucólica, con una serie de muertes que provienen de una huldra, espíritu maligno con forma de mujer pero en cuya espalda se encuentra una fisura en el tejido del mundo, es en realidad el exacto psicograma de una niña inteligente y sola. La pericia de Burnside produce al final cuatro historias que son en realidad cuatro lecturas distintas del mismo libro. Según Kehlmann, sería sólo una muestra de virtuosismo si no tuviera como centro la relación de la niña con una madre fría y sin afecto. Ambas novelas muestran la misma fuerza creadora en su lenguaje. Burnside viene de la poesía, sus descripciones de la naturaleza serían de las mejores que puedan encontrarse en la literatura actual.
El periódico entrevista también a Cindy Sherman, que acaba de publicar un catálogo con sus trabajos de estudiante (naif y serios al mismo tiempo, de estudiante en fin, dice la fotógrafo). Sherman sostiene que posa ella misma en sus fotos para poder trabajar sola y controlar todo el proceso. Se considera más artista a secas que fotógrafo, y cuando empezó, el video, el performance y el trabajo con el propio cuerpo habría sido una forma femenina de distanciarse del ámbito masculino de la pintura, aunque los dos nombres que da como influencia son hombres: Vito Acconci y Chris Burden. Las figuras que encarna en sus fotografías no son autobiográficas ni tampoco fantasías, lo que busca es hacerse invisible. (El texto es relativamente legible con el traductor de Google).
En Guernica, Juan Cole escribe sobre la derrota de Ahmadinejad en las elecciones iraníes, y el triunfo de los seguidores del Ayatollah Alí Jamenei. Piensa que este resultado influirá en el desarrollo del programa nuclear iraní, porque Jamenei ha declarado en repetidas ocasiones a lo largo del tiempo que fabricar bombas nucleares es un grave pecado. Cole sostiene que los medios no reportan esto, ni tampoco que según Jamenei, Irán no perseguiría una política de “golpear primero”. El triunfo de los radicales clericales (pero Ahmadinejad es también un radical, sólo que civil) impondría otra política nuclear. Además de demostrar que el poder de Ahmadinejad es poco y va disminuyendo. (Jamenei dictó una fatwa prohibiendo el desarrollo de armas nucleares, pero Cole no lo menciona).

sábado, 10 de marzo de 2012

Dejar huella


The Guardian: Carlos Kleiber: un mito develado.
The New York Times: Arthur Miller, tras la crisis subprime.

En el blog de Tom Service, The Guardian presenta la biografía del enigmático director de orquesta Carlos Kleiber (Corresponding with Carlos: A Biography of Carlos Kleiber, de Charles Barber), quien fuera elegido en una encuesta de la BBC como el más grande director del siglo XX, por encima de Bernstein, Abbado y von Karajan (el link a la encuesta se encuentra en el artículo). Nacido en Berlín, hijo del también director Erich Kleiber, su familia emigró a la Argentina para escapar de los nazis. Carlos debutó en Montevideo como director. Trabajaba hasta el agotamiento en las partituras y no concedía entrevistas: un perfeccionista que no quiso dejar huella. Escuchar a Duke Ellington le dio la clave para interpretar la Obertura Coriolano de Beethoven. El artículo (comienza así: “hay mitos musicales... y Carlos Kleiber”) también proporciona numerosos enlaces a videos y grabaciones, así como a la única entrevista que concedió en toda su vida, en alemán.
Ante el próximo estreno en Broadway de La muerte de un viajante, de Arthur Miller, dirigida por Mike Nichols y protagonizada por Philip Seymour Hoffman, Charles Isherwood entrega un ensayo sobre sobre la pieza y su significación hoy en día en The New York Times. La historia del vendedor Willy Lohman, que tras años de trabajo queda en la calle, y sólo ve el fracaso cuando se mira al espejo, es recontada hoy tras la crisis de las hipotecas subprime. Precisamente, pagar una hipoteca es uno de los puntos de giro en la trama. Desde el estreno de la pieza en 1949, dirigida por Elia Kazan, la costumbre de medir el valor de un hombre por el dinero que gana se ha acentuado, y la desesperación de Willy Loman por “gustarle” a los demás (a pesar de la realidad, persiste en vivir la ilusión de que logrará el éxito) encuentra correspondencia en la proliferación de las redes sociales. La Gran Depresión de los años 30 fue un evento determinante en la juventud de Miller, así como la Gran Recesión de hoy ha dejado a numerosas familias en la ruina.
Isherwood no puede evitar destacar un detalle revelador: el coste de la entrada, superior a los 100 dólares, enajena al grueso de la clase media que es retratada en la pieza. Además, da una hermosa muestra de lo que puede hacer el periodismo en la era de Internet: en una página interactiva, entrevista a Joe Nocera, columnista de negocios del mismo diario y le informa que en 1949, tras ver la pieza, el dueño de una tienda por departamentos prohibió que despidieran a nadie por razones de edad. Nocera le recuerda que en los años 50 y 60 se suponía que a cambio de la lealtad, las compañías aseguraban el lugar de trabajo, pero que eso es imposible hoy, cuando el valor de una acción aumenta cada vez que la empresa despide gente. También entrevista al propio Nichols, quien vio la puesta original de Kazan, y cuenta que recurrieron a la escenografía original de Jo Mielziner, mezcla de realismo y abstracción, porque sólo así se podía manejar la dimensión de desvarío de Lohman, pues en cierta forma la pieza transcurre en su cabeza. Finalmente, trata el tema de si Lohman es un héroe trágico o sólo un perdedor patético. Miller creía, y con razón, que sí era un héroe trágico, a pesar de ser un hombre común. La pieza, así habría dicho, trataba “en realidad de la mortalidad y lo que dejamos en este mundo”. 
Se invita a los lectores a participar en la discusión; hasta ahora hay 320 comentarios, casi todos interesantes y de buen nivel, y muchos son respondidos. También pueden hacerse por twitter. El estreno es el 25 de marzo. 

jueves, 8 de marzo de 2012

¿Quién quiere presidentes?


La Vie des Idées: abolir la elección presidencial universal y directa
Der Spiegel: abolir la Presidencia de la República.
The Atlantic: James Fallows sobre el primer período de Obama.
El Boomeran(g): Jorge Volpi y el otoño de Chávez

La Vie des Idées tiene también su versión en inglés: Books and Ideas. Arnaud Le Pillouer aboga en una entrevista por la abolición de la elección presidencial. El video es la versión muy resumida del artículo que Le Pillouer y Pierre Brunet entregaran en 2011 (aquí en francés, y aquí en inglés). En Francia, la revolución suplantó al monarca absoluto por una asamblea despótica. La Tercera República reemplazó al emperador por un parlamento con autoridad absoluta. Hoy, la situación se revierte: el parlamento omnipotente de la Cuarta República ha sido desplazado por el presidente de la Quinta. El problema básico sería su elección por sufragio directo universal. Dicha elección socava la credibilidad en las instituciones. No es democrática, pues al centrarse en una persona, el pueblo no elige las políticas que desea, todo lo contrario de lo que sucede en las elecciones parlamentarias, que giran alrededor de partidos con programas. Desestabiliza las instituciones, pues la legitimidad “nacional” que deriva el presidente se contrapone a la “local” de los diputados, por lo que él sería el único “representante” de la Nación; como tal concentra excesivos poderes y tanto el legislativo como la misma judicatura se le subordinarían de facto. Proponen adoptar un sistema parlamentario.
Algo como en Alemania. Sólo que aquí el cargo de presidente es más bien protocolar. Con la renuncia de Christian Wulff, tras el escándalo por haber usado en su provecho posiciones de poder, ya hay quienes proponen abolirlo. En Der Spiegel (aquí en alemán; aquí en inglés), es lo que plantea el periodista René Pfister, en un artículo de corte polémico, más que académico. El cargo de Presidente Federal habría tenido la función de satisfacer el deseo general de una “razón” suprapartidaria y neutral. Sin embargo, se ha revelado superfluo, sin contenido. La contradicción inherente a esta figura habría sido descrita por el ex presidente Roman Herzog: “Puesto que yo, como Presidente, casi no me encuentro autorizado a decidir nada, ni siquiera es posible que se me responsabilice si alguien pone en práctica con fuerza de ley proposiciones mías. Por otra parte siempre puedo, cuando no se hace lo que yo propongo, señalar que hubiera sido mejor si se me hubiese escuchado”.    
En The Atlantic, James Fallows explora la interrogante de si Barack Obama será considerado en el futuro un maestro del ajedrez político o sólo un peón a merced de fuerzas superiores. Fallows, quien fuera parte del equipo de Jimmy Carter y conoce como el que más el funcionamiento de Washington DC, logra recoger abundantes impresiones sobre Obama, y establece comparaciones con presidentes anteriores, siempre acompañadas de ejemplos, explicando cómo evolucionaron hacia lo que hoy se piensa de ellos. El Presidente está en el centro de un sistema que lo trata como un emperador-dios. Pero ninguno es apto para sus funciones, porque las habilidades necesarias, innatas o adquiridas, son demasiadas. Ni siquiera Franklin Delano Roosevelt era FDR al principio. Sin embargo, todos evolucionan durante su mandato. Obama no tenía experiencia ejecutiva, y su desempeño como senador fue de apenas un año, con lo que ni siquiera tuvo tiempo de crear una red de colaboradores. Se le critica su distancia emocional de todo salvo un puñado de antiguos consejeros y amigos confiables. Pero Fallows plantea que Truman estaba menos preparado aún que Obama para los desafíos que le tocó enfrentar. Un asesor le habría confiado que en el sistema bipartidista americano, el “presidente debe ante todo aceptar la fatalidad de que la cooperación es inalcanzable” y que debe prepararse para la obstrucción y el bloqueo en el Congreso. Fallows cree, a pesar de todo, que hay una buena probabilidad de que Obama, de ser reelecto, acabe siendo el presidente que esperaban quienes votaron por él.
Aunque ya tiene más de 60 mil “likes” en Facebook, igual es pertinente mencionar el escrito de Jorge Volpi en El Boomeran(g). En el cumpleaños de García Márquez, recurre a la analogía con El Otoño del Patriarca, novela de dictadores, para imaginar al presidente de Venezuela en su hospital de Cuba, con un cáncer que es un secreto militar, sólo, sintiéndose prisionero, temiendo que no haya nadie que continúe su obra revolucionaria, temiendo más a los suyos que a sus enemigos. Aspiró a suceder a Fidel Castro como el maestro del tablero. Pero barrunta acaso no ser más que un peón.   Piensa (aún) que la historia lo absolverá.

martes, 6 de marzo de 2012

El cuento completo


The Guardian: los hermanos Grimm sólo contaron la mitad
Transit: Rusia: ¿Sociedad sin ciudadanos?

500 nuevos cuentos de hadas han sido develados en Regensburg, Alemania, tras 150 años de anonimato en un archivo, según reseña The Guardian. Se trata de recopilaciones hechas por Franz Xaver von Schönwerth, contemporáneo de los hermanos Grimm, que pasó décadas interrogando a la gente por los caminos. Siendo historiador, no intentó ennoblecer los relatos, más crudos y salvajes (en el sentido de silvestres) que en la confección de los Grimm. Por ejemplo: una princesa escapa de una bruja transformándose en un estanque. La bruja se la bebe, pero la princesa la abre en canal con un cuchillo desde adentro y logra salir. Jakob Grimm le habría dicho al rey Maximiliano II de Baviera que sólo Schönwerth sería capaz de seguir el trabajo de él y su hermano. El hallazgo es producto del trabajo de la curadora cultural del Alto Palatinado, Erika Eichenseer. The Guardian  también publica uno de los cuentos: La princesa de los nabos.   
El número 42 de la revista austríaca Transit está dedicado a la actualidad rusa; Eurozine publica varios artículos en inglés. Para Samuel Greene, la des-institucionalización del país hace mayor la necesidad de certeza, o seguridad, por lo que los grupos dibujan fronteras más fuertes entre sí. El apetito por el riesgo disminuye catastróficamente. Los rusos entonces, más que pasivos, se han vuelto agresivamente inmovilistas. En medio de la incertidumbre, las estrategias exitosas son pocas y singulares, nadie abandona el relativo confort del que goza. El cambio es una amenaza. La “maldición de los recursos” amortigua el divorcio de mutuo acuerdo entre sociedad y gobierno, luego de siete décadas de convivencia íntima. El espacio público se vuelve el espacio de la fricción entre grupos cristalizados (la privatización de los “commons"). En esta fragmentación los individuos tienen que responder a las exigencias, no de una, sino de varias organizaciones sociales. La devaluación de lo común es espectacular y se retroalimenta, porque las estrategias de cada quien son idénticas (en su individualismo) pero se amenazan mutuamente (en su rechazo a lo común). La política es un juego de depredación.
Si bien hay especificidades propias de cada región, el ensayo revela sorprendentes e interesantes coincidencias con los países de América Latina; tal vez en mayor medida con aquellos que muestran rasgos neo-autoritarios.      

sábado, 3 de marzo de 2012

La sombra estadística


El País. Jaques Bérès: el infierno de Homs no tiene paralelo.
Foreign Policy: cómo la estadística devela crímenes de lesa humanidad.
New York Review of Books: por qué en Sichuan hay más disidentes

En El País, el cirujano Jacques Bérès, que viene de estar en Homs, asegura no haber presenciado nunca un nivel de crueldad similar al del régimen de Assad. La situación de Homs tal vez sólo pueda compararse a Grozny. Las tropas entran a los hospitales y ejecutan a los heridos.
La ciudad ha sido abandonada por las fuerzas rebeldes, dejando unos 4 mil civiles en el barrio de Baba Amr, el enclave de la revuelta. Desalojados o muertos los periodistas, sin acceso aún la Cruz Roja y la Media Luna Roja, sin rebeldes armados, la población está a merced de los vencedores. No hay testigos en la sombra.
Cuando se trata de evaluar las proporciones de violaciones de derechos humanos, muertes provocadas por dictaduras, represiones, conflictos civiles y bélicos, cada parte involucrada maneja sus cifras y niega las demás. Además, por definición, en guerras y dictaduras es difícil, sino imposible, recolectar data al respecto. Foreign Policy presenta a Patrick Ball, quien encontró la forma estadística de superar estos obstáculos. Porque incluso poseer buena data, no significa saber lo que está sucediendo en el mundo real. Puede haber mil testimonios en smartphones, pero gran número de violaciones a los derechos humanos sucede en la oscuridad y no se contabiliza. En Guatemala, Perú, o la ex Yugoslavia, la metodología de Ball demostró los crímenes y la lógica subyacente. Siempre por métodos estadísticos. Para él, es de extrema importancia colocar las cifras en la luz correcta: las personas hoy en día necesitan, mucho, números para todo. Y no les importa de dónde los sacan.  
Una estadística demuestra que en la provincia de Sichuan hay mayor porcentaje de disidentes que en cualquier otra parte de China. Ran Yunfei explica a The New York Review of Books que es por la proliferación de “casas de té” (cafés, en Occidente) en los que la gente se junta a hablar de todo (hay carteles prohibiendo discutir sobre política, pero nadie les hace caso), y la cultura paoge, asociaciones de tipo mafioso que  acaban regulando la vida social y determinan cierta independencia del poder central. En China, los intelectuales necesitan aprender a argumentar; sus discusiones llegan muy rápido al insulto. A pesar de haber sido detenido por sus opiniones, Yunfei trabaja en una revista oficial; si renuncia, le siguen depositando el sueldo y le dicen que sigue siendo parte del sistema: algo digno de Kafka. Un número más.

jueves, 1 de marzo de 2012

Es contigo


La Regle du Jeu demanda la intervención inmediata en Siria.
Haaretz: Israel tiene que tomar partido por el pueblo sirio
El País: reportaje del novelista Jonathan Littell desde Homs.

La Regle du Jeu se dedica en pleno a Siria y nos dice: las proporciones son monstruosas. El primer artículo, de Bernard Schalscha, demanda la intervención inmediata, titulando: “los sirios son masacrados, y Vd. ¿lo deja suceder?” Indignado, no ya con los gobiernos, sino con el siempre impoluto ciudadano común (Vd.), escribe: “¿Cómo? ¿No lo sabe usted? ¿No ha leído los reportajes de los periodistas en el lugar, sí, esos periodistas que para informarle a Usted arriesgan ser muertos? ¿Gilles Jacquier, Marie Colvin, Rémi Ochlik han muerto entonces para nada? ¿No ha visto los videos grabados por todos esos sirios que quieren mostrárselos a Usted, a pesar de correr el riesgo de ser asesinados, como lo fue Rami al-Sayed?” Es imperioso ayudar a los sirios ya, incluso con armas. Pone como ejemplo al médico de 71 años Jacques Bérès, fundador de Médicos sin Fronteras, que viajó clandestinamente a Homs, para atender a la gente. No intervenir (al contrario de intervenir) provocaría, según Schalscha, una guerra civil.
Gideon Levy está en el consejo editorial de Haaretz y seguramente pautó la publicación del reportaje de Jonathan Littell sobre Siria. En su columna se pregunta, cómo es posible leer ese reporte del horror en Israel sin hacer nada. El vecinderio está en llamas, al otro lado, gente sedienta de libertad se inmola, y en Israel ni siquiera intentan hacer algo. Recuerda la lamentable frase de Menachem Begin respecto a la guerra entre Irak e Irak: le deseó éxito a ambos. Reconoce que cualquier intervención israelí sería interpretada como parte de sus propios intereses, y podrían unir al pueblo sirio en su contra. Rusia y China están a favor de la carnicería, pero Israel no está en condiciones de predicar moral a nadie. Sin embargo, el pueblo que no podrá olvidar nunca la inacción mundial ante el Holocausto no puede quedarse de brazos cruzados.
El novelista franco-estadounidense Jonathan Littell entró clandestino a Homs, para Le Monde. El País reproduce su reportaje, en cinco entregas del 14 al 18 de febrero. Le explican que la revuelta es popular y los partidos y grupos intentan subirse a ella. Consigue una ciudad asediada, en la que francotiradores disparan a todo lo que se mueve, y la carnicería no se detiene ni ante los niños. Familias son degolladas enteras en sus casas; los heridos, torturados en el hospital militar de la ciudad. Littell: "En Homs, cada smartphone es un museo de los horrores". Los rebeldes del Ejército de Liberación Sirio están llenos de desertores del ejército oficial, e incluso reciben cooperación de oficiales aún activos. Dicen intentar mantener el enfrentamiento fuera de líneas sectarias, pero uno de ellos advierte: si no los ayudan, proclamarán la yihad, para que vengan muyahidines de todo el mundo. Necesitan zonas de exclusión aérea, porque muchos soldados temen amotinarse debido al temor a la fuerza aérea, que no ha sido utilizada todavía por Assad. Si se lograra esto, el régimen colapsaría.