Los Angeles Review of Books: Gente que come gente
Letras Libres: Timothy Snyder: Auschwitz es solo una introducción
al Holocausto.
En Los
Angeles Review of Books, Steven Shapin reseña
An Intellectual History of Cannibalism,
del filósofo rumano Catalin Avramescu, y escribe: “Eating people
is wrong. But why?” El caníbal es hoy una figura marginal, vinculada a
crímenes tortuosos, pero en otras épocas tuvo bastante importancia en la
discusión de sistemas morales y políticos. Avramescu lo rescata de los márgenes
patológicos y explica cómo fue a dar allí luego de su significancia para
duraderas tradiciones de pensamiento. Por ejemplo, la justificación del poder
soberano: si el ser humano es cruel por naturaleza, entonces hace falta un
Estado poderoso, pero si es bondadoso, es difícil justificarlo. El primer caso,
se emparenta con Thomas Hobbes, el segundo con Rousseau, que creía que el
hombre había sido vegetariano. La base de la argumentación podía darse de dos
formas: referirse a un estado natural que nadie había conocido –o decir que se
encuentra en el Nuevo Mundo. No por nada, la palabra “caníbal” deriva de “caribe”.
Pero en la discusión sobre la antropofagia entre los indígenas americanos, sostiene
Shapin, los académicos se han comido vivos durante años. El canibalismo significó
además un serio problema para la doctrina cristiana de la resurrección de la
carne. Y el escepticismo de la Ilustración respecto a la misma, fue tal vez una
señal temprana de la muerte Dios y la pérdida de importancia del caníbal. El
libro da cuenta de esta evolución.
La incertidumbre europea motiva a
Timothy Snyder para llamar
la atención en Letras Libres sobre
la historia reciente de asesinatos en masa y las distorsiones de la historiografía.
Auschwitz y el Gulag han servido para disimular la verdadera magnitud de la
catástrofe provocada por dos estados totalitarios: la Alemania nazi y la Unión
Soviética. En 1943 y 44 se registran las mayores matanzas de judíos europeos
occidentales, pero a finales de 1942, ya había muerto dos tercios de los judíos
que serían asesinados durante la guerra. Y los muertos por disparos fueron
incluso más que los de las cámaras de gas. Según Snyder “Auschwitz es solo una
introducción al Holocausto. El Holocausto es solo un indicio de las metas de
Hitler”. Auschwitz estaba en el Reich alemán y el Gulag en Siberia; el lugar de
la verdadera catástrofe quedó relegado al olvido: Europa Oriental, Polonia,
Ucrania, Bielorrusia. Más del setenta por ciento de las víctimas del holocausto
fueron judíos no occidentales. Los nazis pensaban implantar un Plan de Hambre
en la Unión Soviética que eliminaría unas 30 millones de personas en
Bielorrusia y el norte de Rusia, como parte del Generalplan Ost que acabaría en
total con 50 millones de personas. Stalin usó el hambre deliberadamente para
matar 3 millones de ucranianos. El Gran Terror sobre la capa intelectual fue
apenas una fracción del que cayó sobre los campesinos, asesinados por razones
políticas. La formulación de Snyder es que “si Europa fue, como dijera Mark
Mazower, un continente oscuro, Ucrania y Bielorrusia fueron el corazón de las
tinieblas”. Aquí, el
link al original en The New York
Review of Books. Viene con un mapa de los sitios de la muerte.
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