viernes, 16 de marzo de 2012

Corazón de las tinieblas


Los Angeles Review of Books: Gente que come gente
Letras Libres: Timothy Snyder: Auschwitz es solo una introducción al Holocausto.

En Los Angeles Review of Books, Steven Shapin reseña An Intellectual History of Cannibalism, del filósofo rumano Catalin Avramescu, y escribe: “Eating people is wrong. But why?” El caníbal es hoy una figura marginal, vinculada a crímenes tortuosos, pero en otras épocas tuvo bastante importancia en la discusión de sistemas morales y políticos. Avramescu lo rescata de los márgenes patológicos y explica cómo fue a dar allí luego de su significancia para duraderas tradiciones de pensamiento. Por ejemplo, la justificación del poder soberano: si el ser humano es cruel por naturaleza, entonces hace falta un Estado poderoso, pero si es bondadoso, es difícil justificarlo. El primer caso, se emparenta con Thomas Hobbes, el segundo con Rousseau, que creía que el hombre había sido vegetariano. La base de la argumentación podía darse de dos formas: referirse a un estado natural que nadie había conocido –o decir que se encuentra en el Nuevo Mundo. No por nada, la palabra “caníbal” deriva de “caribe”. Pero en la discusión sobre la antropofagia entre los indígenas americanos, sostiene Shapin, los académicos se han comido vivos durante años. El canibalismo significó además un serio problema para la doctrina cristiana de la resurrección de la carne. Y el escepticismo de la Ilustración respecto a la misma, fue tal vez una señal temprana de la muerte Dios y la pérdida de importancia del caníbal. El libro da cuenta de esta evolución.  
La incertidumbre europea motiva a Timothy Snyder para llamar la atención en Letras Libres sobre la historia reciente de asesinatos en masa y las distorsiones de la historiografía. Auschwitz y el Gulag han servido para disimular la verdadera magnitud de la catástrofe provocada por dos estados totalitarios: la Alemania nazi y la Unión Soviética. En 1943 y 44 se registran las mayores matanzas de judíos europeos occidentales, pero a finales de 1942, ya había muerto dos tercios de los judíos que serían asesinados durante la guerra. Y los muertos por disparos fueron incluso más que los de las cámaras de gas. Según Snyder “Auschwitz es solo una introducción al Holocausto. El Holocausto es solo un indicio de las metas de Hitler”. Auschwitz estaba en el Reich alemán y el Gulag en Siberia; el lugar de la verdadera catástrofe quedó relegado al olvido: Europa Oriental, Polonia, Ucrania, Bielorrusia. Más del setenta por ciento de las víctimas del holocausto fueron judíos no occidentales. Los nazis pensaban implantar un Plan de Hambre en la Unión Soviética que eliminaría unas 30 millones de personas en Bielorrusia y el norte de Rusia, como parte del Generalplan Ost que acabaría en total con 50 millones de personas. Stalin usó el hambre deliberadamente para matar 3 millones de ucranianos. El Gran Terror sobre la capa intelectual fue apenas una fracción del que cayó sobre los campesinos, asesinados por razones políticas. La formulación de Snyder es que “si Europa fue, como dijera Mark Mazower, un continente oscuro, Ucrania y Bielorrusia fueron el corazón de las tinieblas”. Aquí, el link al original en The New York Review of Books. Viene con un mapa de los sitios de la muerte.

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