miércoles, 30 de enero de 2013

Futuros amantes

De la Web:

Rivva, BlogBuzzter, Experiment with Nature: Scrap Surf en Oregon

The Complete Review: Leite Derramado (Spilt Milk) de Chico Buarque

[vimeo http://www.vimeo.com/50315573 w=500&h=281]

Lo que hace especial al agregador alemán Rivva es que ofrece streams como éste, un video tomado de BlogBuzzter: la confección de una tabla de surf con tablones viejos de madera, recogidos de una playa de Oregon. El artesano es Eric Singer, fabricante de lentes de sol de madera, asesorado por Joe Blecha. El blog de Singer, Experiment with Nature, bien vale la pena una visita.

El agregador literario The complete review ofrece suscintas reseñas de libros y refiere a las aparecidas en otros medios. M.A. Orthofer reseña la novela Leite Derramado (Spilt Milk) de Chico Buarque, la historia de Eulalio, un anciano centenario asaltado por sus memorias en una sala de hospital, con la recurrente presencia del fantasma de su amor de juventud, Matilde. Descendiente de una familia otrora encumbrada y venida a menos, su historia es también la de un siglo. Según Orthofer, la narrativa es poderosa pero demasiado familiar y apegada al género. “Es una fina y rápida inmersión en Brasil, con algunos simpáticos detalles y una obsesiva historia de amor, pero hasta ahí llega”. Mientras, en Los Angeles Times, David Ulin sostiene que lo más notable del libro no es que logre “internalizar más de 100 años de historia brasileña, sino la forma en que también existe casi fuera de esa historia, fuera del tiempo”. The complete review proporciona incluso el link a la reseña del blog Prosa de O Globo (escrita en 2009): para José Castello, Leite Derramado “es la novela más hábil e inspirada” de Buarque. Castello dibuja con precisión el relieve del protagonista, por un lado sumergido en un torrente de memorias, y por el otro lado capaz de decir con lucidez, debido a la repetición del nombre Eulalio en su familia, generación tras generación: “era menos un nombre que un eco”. El mayor personaje de la obra, sin embargo, sería la desparecida Matilde: “esa ausencia, más vociferante que cualquier presencia, es el gran personaje de Chico Buarque. Vacío que define un mundo dibujado no tanto por lo que nos da, sino por lo que se derrama entre nuestros dedos”. La reseña en L.A. Times de David Ulin concluye con las palabras de Eulalio: “he visto paisajes sublimes, obras de arte, catedrales, pero al final mis ojos no tienen recuerdo más vivo que el de unos caballitos de mar en los azulejos de mi baño”.

martes, 29 de enero de 2013

El socavamiento de la esfera pública

I: La demonización del pensamiento crítico

Aporrea: Luisana Colomine: contra el efecto Naím

Público: Vicenç Navarro: la demonización de Chávez

El Ministro de Información venezolano, Ernesto Villegas, ha recomendado via Twitter dos lecturas. En Aporrea, militante portal del chavismo, Luisana Colomine asevera que el canal de noticias Globovisión inyecta “dosis letales de veneno ideológico contra la libertad de los pueblos de América Latina”. Se refiere en concreto a dos emisiones (aquí y aquí) del programa “Efecto Naím”, de Moisés Naím, ex ministro de Industria y Comercio del período de gobierno 1989-1993 de Carlos Andrés Pérez. Colomine resume el contenido y no argumenta mayormente. Se concentra más en descalificar a Naím, quien habría sido en aquél entonces “el artífice” del aumento de la gasolina (la más barata del planeta), del transporte público, de los productos de primera necesidad (aunque los aumentos no incluyeron la cesta básica y sí el salario mínimo), “en fin”, exclama, “un verdadero prontuario contra cualquier ser humano”. Sería culpable del desabastecimiento (pero sucedió en el período anterior) y habría “inventado” la pobreza crítica, a la que habría llevado a 90% en solo un año, es decir, de 1989 a 1990. La data de CEPAL, sin embargo, arroja 39,8% para 1990.  La inflación habría llegado a 89%, aunque en realidad fue 81% en 1989 (BCV, tabla 4_1_14.xls), la más alta en todo el período.

En el periodismo de opinión, las interpretaciones de los hechos son libres, no así los hechos.

Así lo reclama por demás Vicenç Navarro en su blog Pensamiento Crítico, de Público.es. El punto central del post “La demonización de Chávez”, es que la prensa se encontraría bajo un cuasi monopolio ideológico de “voces conservadoras-neoliberales”, sobre todo en los medios españoles, que les permitiría argumentar impunemente con datos falsos, por ejemplo, contra el gobierno de Chávez. Moisés Naím formaría parte de esa batería. Curiosamente, Navarro procede, en primer lugar, a…demonizarlo. Naím fue “uno de los arquitectos de las políticas de austeridad” del gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), que habrían provocado las “protestas populares” del “Caracazo” de 1989, y arrojado más de 3000 muertos cuando el “gobierno disparó contra civiles que protestaban”. En segundo lugar procede a enaltecer a Mark Weisbrot como “uno de los economistas más creíbles en temas económicos internacionales en EEUU” (no dice que es además un conspicuo publicitador de la revolución chavista), y a Muntaner, Benach y Páez Víctor, “investigadores sociales de gran credibilidad internacional”, para con sus datos demoler la críticas de Naím.

Aquí: los artículos de Weisbrot y Naím en el New York Times. Y aquí: uno posterior de Weisbrot en The Guardian. No entraré a discutir los argumentos de ambos, resumidos por Navarro. Baste decir que Naím comienza su artículo lamentando un déficit fiscal de casi 20%, que se revela apenas como un estimado de Barclays, (por lo menos proporciona el hipervínculo), y que Weisbrot asegura que el ingreso per cápita real disminuyó entre 1980 y 1998, es decir, antes de tomar Chávez el poder, aunque si se toma el Ingreso Nacional Bruto per cápita PPA, entonces aumentó; y si se toma el método Atlas, disminuyó…pero hasta el 2005 inclusive, cuando vuelve a subir notablemente. Uno puede (y no siempre debe) hacer muchas cosas con las estadísticas.

En cuanto a Muntaner et.al., Navarro toma las cifras de víctimas y la lectura del Caracazo casi literalmente de su entusiasta escrito, repleto de data, en defensa del actual gobierno venezolano. Sólo que los 3000 asesinados de 1989 no encuentran respaldo en ninguna fuente documental. Las cifras oficiales estarían por 277 personas muertas, Amnesty International habla de “más de 250” (párrafo 16, sección “Background”), y la historiadora López Maya, de “casi 400” (pag. 202). Navarro y sus colegas no mencionan además que los sucesos, más que “protestas populares”, fueron motines de escasez: empezaron con una protesta y se transformaron en motines y saqueos extendidos y generalizados, en los cuales participaron personas de diferentes estratos sociales e incluso policías, un fenómeno de masas y contagio durante el cual colapsó el conjunto social. Según Muntaner, Benach y Páez Víctor, Naím fue Ministro de Hacienda (¿¿??) y “uno de los diseñadores de el Caracazo”.

Estos términos son irresponsables. Y su manejo de las cifras llega a ser muy cuestionable. Tal vez excitados por los números, hacen una comparación que, en el contexto, parece absurda: “mientras en 1980 se importaba el 90% de los alimentos, hoy el porcentaje es menor al 30%”. Vaya, Chávez no asumió en 1980 sino en 1999, 19 años después. Esto sin entrar a considerar la validez de los datos, o si se están mezclando fuentes distintas. Navarro no recurrió a ese “dato”, pero sí toma de sus colegas la reducción de la pobreza, que habría pasado de 71% en 1996 (60,9% primer semestre, 54,5% segundo semestre 1997, INE) a 21% en 2010 (32,5% ambos semestres de 2010, INE). Además del problema con los datos toca recordar, de nuevo: Chávez asumió en febrero de 1999, no en 1996. Según el INE y el Banco Mundial, recibió un índice de pobreza de 50,4%.

Para Navarro, gobiernos como el que tuvo a Naím de ministro “expandieron la pobreza de manera muy notable”. Veamos los datos: el índice de Gini, que mide la desigualdad, bajó de 43,84 para el año 1989 a 42,1 en 1992. La cifra del año 87 está en 53,43, y no hay data para el 88, lo cual no permite afirmar cuándo comenzó a bajar. En todo caso, durante ese gobierno bajó. La desigualdad subió de nuevo en el siguiente período y con Chávez, y es recién en 2007 que baja a 42,37, tras ocho años de su gobierno, para finalmente romper la barrera de 42 en 2008. La correlación más notable parece no ser con el tipo de gobierno sino con los precios del petróleo: la desigualdad baja cuando suben. Compárese este gráfico de Wikipedia, tomado del workbook de BP, con la data referida arriba.

Otros datos curiosos, porque contrastan con la percepción dominante sobre el gobierno 1989-93 son: el índice de pobreza, medido por el porcentaje de la población que gana menos de 2$ diarios (no hay data basada en la línea nacional de pobreza en el BM para esos años) bajó de 13,1% en 1987 (dos años antes del período) a 9,7% en 1992; y el INB per cápita PPA subió de U$ 6.405 en 1989 a U$ 8.141 en 1993.

En dos cosas tiene Navarro razón: no está bien falsear datos y hechos, y el empobrecimiento del debate causa un grave daño a la democracia. Además, socava la esfera pública y la “privatiza” a favor de una tendencia. El Ministro Villegas sugiere que leamos a Navarro, los medios del Estado replican el artículo. Mientras tanto, se censura la tendencia opositora, al abrir un procedimiento contra la televisora Globovisión, por unos micros referentes a la juramentación, aún no realizada, de Chávez. Según Villegas, la televisora reprodujo incompleto y “escamoteó” el artículo 231 de la Constitución venezolana. Pero como puede verse aquí y también aquí, el artículo se reprodujo completo. Otro dato falso. También puede verse que dichos micros intentan construir un argumento, o los componentes de un argumento. Con la averiguación, y la prohibición de transmitirlos, se intenta censurar y penalizar el pensamiento. O deberíamos decir, parafraseando a Navarro: demonizar el pensamiento crítico.

Andrés Schäfer

viernes, 11 de enero de 2013

Sobrevenido, de facto

Foro por la Vida: el Estado tiene que respetar la Constitución

ProdaVinci: José Ignacio Hernández: Implicaciones legales de la no juramentación de Chávez.

Semana. María Jimena Duzán: la agonía del Comandante. Fanny Kertzman: ¿Quiénes son los boliburgueses?

El gobierno venezolano contra la televisora Globovisión

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez se encuentra hospitalizado desde hace un mes en Cuba. Por lo pronto, no está en capacidad ni siquiera de probar que está vivo: desde entonces faltan testimonios en imagen o sonido de él. Jamás el gobierno ha presentado un diagnóstico de la enfermedad del mandatario. Ayer debió juramentarse para el período al que fue reelegido, pero no pudo asistir. Una serie de eventos hace suponer algo absurdo: que el Estado venezolano se ha colocado al margen de la ley. No sería la primera vez, como sugiere este paper, comentado antes en este blog.

El Foro por la Vida, que agrupa a las distintas organizaciones de derechos humanos del país, exhorta en un comunicado al Estado a respetar la Constitución, reconocer la falta temporal del presidente Chávez, y designar como Presidente encargado al Presidente de la Asamblea Nacional, el también chavista Diosdado Cabello, así como a informar cabalmente del estado de salud de Chávez. En forma breve y clara expone las razones.

En ProdaVinci, el constitucionalista José Ignacio Hernández repasa lo que sucedió ayer 10 de enero el aspecto legal. La mayoría oficialista se negó a juramentar al nuevo presidente, el cual no pudo asistir por estar enfermo, o algo peor, pero argumenta que hay continuidad administrativa por tratarse de un presidente reelecto, por lo cual el vicepresidente Nicolás Maduro puede seguir fungiendo como encargado en lugar de su copartidario Diosdado Cabello. Todo lo cual fue avalado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo. Hernández demuestra por qué esto es imposible. Como detalle: la Sala Constitucional dictaminó ayer en contra de su propia jurisprudencia, dictada en 2004: “el ejercicio de cargos de elección popular requiere ciertamente de una juramentación, momento a partir del cual se inicia el período. Por ello, los artículos 230 y 231 de la Constitución no requieren aclaración alguna, pues sus textos son explícitos. La duración del mandato es de seis años y la toma de posesión, mediante juramento, el 10 de enero del primer año del período constitucional.” Sin embargo, no habría un golpe de estado, sino funcionarios en ejercicio de hecho. La lectura es laboriosa, pero vale la pena.

¿Por qué, si la oposición sólo exige se encarge provisionalente de la Presidencia de la República el presidente de la Asamblea, partidario a su vez de Chávez, hasta que éste pueda regresar, el chavismo se enreda en una aventura al margen de la ley? El artículo de María Jimena Duzán, en Semana, pudiera explicarlo en parte. Duzán estuvo en Caracas a inicios de la enfermadad del presidente, pudo constatar las a ratos delirantes teorías opositoras, y obtuvo de una fuente chavista la apreciación de que Chávez se lanzaría como candidato a un nuevo período, pero que no podría ejercer. En ese caso habría que poner a Nicolás Maduro como vicepresidente para que lo sustituya. La razón: Diosdado Cabello, el otro posible sucesor, tendría una extendida fama de corrupto, y sería „el auriga“ de los „boliburgueses“, la casta de nuevos ricos que medra del Estado.

De ser cierto, en la misma revista, Fanny Kertzman nos explica quiénes serían los boliburgueses y las dimensiones que alcanzaría todo. En la era de Chávez, junto con la reducción de la pobreza, la corrupción habría alcanzado niveles nunca vistos. El gobierno estaría penetrado por organizaciones criminales. Sorprendentemente, se olvida de que las siglas de la policía política no siguen siendo DISIP, sino SEBIN (comete el error dos veces).

El gobierno venezolano abrió una investigación (minutos después de una declaración en este sentido de Diosdado Cabello) contra la televisora Globovisión por unos micros que ha venido transmitiendo. Aquí se pueden ver (subidos ayer).

El Ministro de Comunicación de Chávez, Ernesto Villegas, sostiene: "Globovisión difundió el artículo 231 de forma parcial. No lo citaron completo" (cita tomada de El Mundo Economía y Negocios). Si se contrastan los micros del link anterior con los artículos involucrados (aquí, directo) se puede aventurar la hipótesis de que Villegas miente (que no es lo mismo que estar equivocado).

lunes, 7 de enero de 2013

Ahora lo ves, ahora no

The New Yorker, Adam Green: A pickpocket’s tale. Roxana Robinson: How I get to write.

El País, Raquel Garzón, Quino: Los chicos fueron mis mejores lectores

Letras Libres, Gabriel Zaid: Estar.

Adam Green comienza para The New Yorker un perfil del carterista Apollo Robbins (un carterista de variedades) con un método que es similar al del retratado: de la manera más convencional, con una descripción precisa, mas no detallada, de cómo Robbins es desafiado por el mago Penn Jillette (de Penn & Teller) para de repente mostrar un truco insólito que ni el mismo Jillette se esperaba. Tampoco quien lea estas líneas y luego lea el artículo, porque a diferencia del carterista de calle, Robbins se especializa en que sus víctimas estén sobre aviso. Según Green, cuando entra en acción, “la única explicación posible parece ser la habilidad de echar a andar o detener al tiempo”. Robbins presenta su show en Las Vegas, donde un carterista profesional suramericano le dijo, luego de verlo, que era su hermano y le enseñó un par de trucos. Una vez, vació los bolsillos de todos los escoltas del ex presidente Jimmy Carter. Su método, y su estilo, han llamado la atención de militares y psiquiatras. Fue co-autor de un paper con dos científicos neurales, basado en sus observaciones para robar cosas. Compartió escenario con el psicólogo Daniel Kahneman, premio Nobel por sus trabajos en economía conductual, hablando sobre el fenómeno de la “ceguera por descuido” o “desatención” (inattentional blindness). Sorprendentemente, Robbins tuvo un desarrollo precario de la motricidad fina y gruesa siendo un niño pequeño. Pero de pronto desarrolló habilidades extraordinarias como dibujante, aprendió artes marciales, y destrezas circenses. De su público, dice: “mi meta no es hacerles daño o desconcertarles con un rompecabezas, sino desafiar sus mapas de la realidad”. Otro carterista, ex convicto, le dijo: “tú tienes una personalidad caviar”. En este video podemos ver por qué. El carterismo es su forma de comunicarse.

“En la mañana no hablo con nadie, ni pienso en ciertas cosas”, escribe Roxana Robinson, contando cómo se sienta a escribir todos los días. Usando hábilmente la reiteración de la palabra “I”, tan obligatoria en inglés, y tan pertinente dado el tema, enumera: no lee el periódico, ni escucha noticias. Ni se conecta a internet. El mundo exterior está urgido y es exigente. Una mirada “y todo acabaría”. En la noche, estuvo en otro sitio. Un lugar silencioso cuyas voces quiere seguir escuchando, separado del día por una débil membrana. Si se rompe, no podrá escribir. Si la preserva, podrá dibujar la sombra de ese mundo.

Raquel Garzón entrevista en El País al dibujante Quino, quien presenta su libro “¿Quién anda ahí?” Hablando de su oficio y los resultados o efectos no intencionados del trabajo, ella se inclina a creer más en la intuición artística que en el azar. El responde: “Puede ser. Yo he dibujado páginas que entendí mucho después. Tengo una, por ejemplo, que dibujé durante la última dictadura argentina cuando ya vivía en Italia, de un señor tirado en la calle con gente alrededor, al que un enfermero cubre con una sábana. Espera un ratito, mira el reloj y luego tira de la sábana y el señor no está, y la gente aplaude mucho, como si fuera un mago. Entendí mucho después que era una página sobre los desaparecidos”.

Un tweet de Ibsen Martínez y un comentario de Pablo Antillano en su muro refieren al artículo de Gabriel Zaid en Letras Libres sobre la diferencia entre “ser” y “estar”. Habría surgido con las lenguas derivadas del latín popular, pero se remontaría a sendas raíces indoeuropeas. Para estar, sta (estar de pie, to stand en inglés, stehen en alemán). Para ser, sed (estar sentado). Zaid sostiene que la diferencia se ha explicado en función de la permanencia: no es lo mismo ser triste que estar triste, pero que hay contraejemplos. En suma, no existiría una regla universal. Podríamos observar, sin embargo, que tanto sta como sed -estar de pié o sentado- expresan dos estados estáticos, pero con mayor o menor disposición al movimiento. Tal vez eso dibuje los bordes de la difusa la relación entre ambos.

Ahora estás, ahora no.

sábado, 5 de enero de 2013

Duras regresa con un texto olvidado

Bibliobs, Didier Jacob: La confesión secreta de Marguerite Duras

En Bibliobs de Le Nouvel Observateur, Didier Jacob reseña una olvidada serie de entrevistas con Marguerite Duras, realizadas en 1987 por la periodista italiana Leopoldina Pallota della Torre, bajo el título La Passion suspendue. De su infancia en Indochina, Duras recuerda con ternura a su hermano menor, mientras el mayor representa “el último estadio de la pasión”, el odio. Autoritario, sin escrúpulos, “una mezcla de instinto paternal e instinto criminal”. Cuando su amante chino los llevaba al restaurante más caro de Saigón, la familia no le dirigía la palabra pero aceptaba su dinero. Del hombre mayor dice que “su cuerpo chino no me gustaba, pero hacía gozar al mío…Yo amaba de este hombre su amor por mí…” Marguerite Yourcenar le parece más bien ilegible, salvo por “Memorias de Adriano”, un gran libro, y Sartre sería la razón del “lamentable retardo cultural y político de Francia”. El presidente François Mitterrand era su amigo y fue siempre uno de los primeros en leer sus libros. Tras un largo trabajo de persuasión, Pallota della Torre logró que Duras, entonces en medio de la escritura del guión de L’Amant, dirigida por Jean Jacques Annaud, le concediera la entrevista, que se extendió a una serie. Repetidas veces, la escritora le tomaba la mano, como queriendo impedir que anotara lo que le estaba contando. Ayer, el texto salió finalmente y por primera vez en francés. Bibliobs presenta algunos extractos.

jueves, 3 de enero de 2013

El periodismo de calidad: un fracaso de mercado

Meedia, Peter Littger: Aspiraciones y realidad de la prensa alemana

Peter Littger demanda en Meedia que los diarios alemanes dejen de esperar una salvación mágica a la crisis económica de la prensa. El director de Die Zeit, Giovanni Di Lorenzo, habría formulado la pregunta: “¿Cómo se puede financiar un periodismo de alta calidad, de análisis e investigación profundos, el reporte de noticias en todo el mundo, la función crítica de fiscalización?” Para Littger, preguntas de este tipo, con tal amplitud de miras, son precisamente la causa del fracaso de las empresas editoriales. Los diarios y revistas en la RFA se conciben a sí mismos como garantes del debate y discurso públicos, como formadores de una esfera pública democrática. Por lo tanto, se entienden casi como instituciones de interés público, similares a los teatros, las escuelas, museos, y el sistema de medios públicos. Pero esa función sólo podría ser financiada –naturalmente- en tanto los ingresos por publicidad subsidien al periodismo de calidad. Pero al bajar éstos drásticamente, la gran prensa no sería más que un fracaso de mercado, y no puede competir con los presupuestos del sistema estatal de medios. Y mientras el Financial Times de Alemania tuvo que cerrar por un déficit de 21 millones de Euros, la televisora federal ARD está construyendo para su noticiero un estudio por una suma superior. “La pretensión de salvar a la sociedad”, escribe Littger, “se hace cada vez más una amenaza existencial para los supuestos salvadores”. Si a la sociedad le importa tanto -como algunos dicen- la prensa de calidad, debería instaurarse un sistema de financiamiento similar al de los medios radioeléctricos públicos. Además, los productos editoriales necesitan diferenciarse más fuertemente entre sí; algunos, costarle más al consumidor. La prensa diaria desaparecerá muy probablemente, los negocios de las editoriales tienen que diversificarse, y la tradicional división entre información y opinión podría servir de ejemplo para una clara diferenciación, entre contenidos radicalmente comerciales y contenidos totalmente no comerciales.