jueves, 16 de febrero de 2012

Democracia y conspiratio


Babelia se entrega al vivapepismo de los doscientos años de la Constitución de Cádiz, conocida como la Pepa, primera constitución liberal española. José Alvarez Jungo sobrevuela la Guerra de Independencia Española contra los franceses de 1808 a 1814, cuya complejidad habría acabado en mito fundacional de la nación. Las investigaciones arrojan dudas sobre el relato canónico: la rebelión no fue inspirada por el patriotismo; la religión y el trono privaban por sobre la nación (¿existía?), el liberalismo gaditano estaba aislado del resto. La visión colectivista y orgánica dominaba sobre el individualismo liberal, y las heroicas guerrillas eran soldados desertores o derrotados entregados al bandolerismo. Pero se creó la imagen colectiva del bravo pueblo alzado contra el invasor, tema recurrente en la península, del instinto del pueblo frente a la racionalidad. Surgió la tradición insurreccional, juntista y guerrillera. A partir de 1808, las situaciones percibidas como ilegítimas por algún sector encontraban una respuesta: echarse al monte. De ahí los levantamientos y guerras civiles del siglo XIX, combinados con la extrema crueldad de una “guerra total”: los guerrilleros no hacían prisioneros y masacraban civiles en la plaza.
Al ser restituido Fernando VII, regresó el Absolutismo.
Para Roberto Breña, la Constitución de Cádiz marca la entrada de España y de Hispanoamérica a una “modernidad” entre muchas comillas, aunque fue más determinante en México y Perú que en Argentina o Venezuela. Pero niega su carácter fundacional en el continente americano, como sí lo tendría en España. Al mismo tiempo rechaza la ignorancia de los eventos metropolitanos entre algunos académicos americanos, así como el señalamiento contra los peninsulares de querer ver la “emancipación” bajo clave gaditana.    
La semejanza con América Latina, tanto de hechos históricos, como de su mitificación, y de su revisión, es extremamente notable, y sugiere que la historiografía a ambos lados del Atlántico comienza a revisarse como parte de un mismo fenómeno.
Letras Libres presenta el debate en torno a la democracia entre el poeta Javier Sicilia, “luchador social” y “pensador cristiano afín a cierto anarquismo”, y Enrique Krauze, “un liberal”, a raíz de la presentación que el poeta hiciera en la FIL de Guadalajara del libro de Krauze: Redentores. Según Sicilia, las ideologías totalitarias surgieron “de la entraña del liberalismo o, mejor, de la búsqueda de justicia y libertad”, lo cual incluye a la “ideología totalitaria” del mercado y “su rostro más seductor”: la técnica. Si bien Krauze tendría razón en preferir la ideología blanda del liberalismo, o la “humildad de la democracia” frente a la de los “redentores” que terminan en el totalitarismo, se estaría dejando obnubilar por la democracia liberal sin cuestionarla. Para el poeta, todo Estado proviene de una operación de “despoder” y “desvalor” que sustrae poder y valor de la sociedad. Por lo tanto, se opone al poder, más no lo desea. Frente a estas opciones, piensa en los cristianos primeros y su conspiratio, que era “un beso en la boca, un intercambio de alientos”, en el que se encontraban los espíritus y las diferencias eran abolidas.
La idea de la igualdad esencial de todos los seres humanos, que no existía en Grecia, es el aporte cristiano a la democracia.
Krauze responde, en primer lugar, que Sicilia es “un anarquista cristiano opuesto” al poder, y que “su Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fortalece a la democracia”. Pero, objeta Krauze, confunde en su crítica el liberalismo político con el económico. Por otra parte –explica-, el totalitarismo no habría surgido en absoluto del liberalismo sino de corrientes contrarias a este: el irracionalismo alemán llevaría al nazismo, y el comunismo se inspiraría en el historicismo, como dijo Popper, y su genealogía llegaría hasta Platón. En cuanto a la crítica del mercado, cuando es “holista”, limita y empobrece la imaginación económica. Krauze prefiere lo que llama una versión más suave del anarquismo: el liberalismo.
(Sicilia encabezó el año pasado una extendida reacción popular en México contra narcos y gobierno, tras el asesinato de su hijo por manos de traficantes: no sólo es un fino poeta y pensador, es un héroe de nuestro continente. Dirige la revista Conspiratio).

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