London Review of Books: John Lanchester sobre Marx
The New York Review of
Books: Fang Lizhi,
la ciencia y los derechos humanos
John Lanchester afirma en London Review of Books que Marx nunca usó la palabra capitalismo, por
lo menos en la primera parte de El Capital, cosa que tal vez explique algunos
malentendidos. Hoy en día nada atentaría
tanto contra la democracia como la condición del sistema financiero, un “capitalismo
de estado” en el cual el público carga con los riesgos y las finanzas se llevan
el botín. Partiendo de esto, su ensayo evalúa la actualidad del pensamiento de
Marx y lo encuentra sorprendentemente visionario, como cuando entendió los
ciclos de bonanza y crisis del sistema capitalista (pero de nuevo, Marx y
Engels sólo hablan de “burguesía”, no de “capitalismo”). Lanchester sostiene que
visto en general, Marx tenía razón, salvo cuando entramos en detalles, lo cual
es algo paradójico. Recurre de forma iamginativa a las estadísticas para
explicar contradicciones aparentes, como que el capitalismo haya creado
innegablemente mayor bienestar, incluso considerando que cuando se toma el
metro en la Jubilee Line de Westminster hacia el este, la expectativa de vida
entre los hombres se reduce en un año por estación. Por mucho que proclamara el
socialismo científico, Marx no era empiricista –aclara Lanchester- y despreciaría
nuestra actual fijación en “los hechos”.
The New York Review of Books rinde
homenaje al astrofísico y disidente chino Fang Lizhi, fallecido a
principios de Abril. Mientras le hacía la corte a su novia, la invitó a “verme
convertirme en un buen comunista”. Durante la Revolución Cultural cayó en
desgracia; en 1989 fue el espíritu sobre las protestas pro-democracia de la
primavera de 1989 que terminaron en la masacre de Tiananmen. Cuando Deng Xiaoping
usó el slogan “modernización con características chinas” Fang preguntó a sus
alumnos sarcásticamente si creían en la física con características chinas. “En
un ensayo
en estas páginas” –continúa la nota- “nombró
cinco axiomas de la ciencia que lo llevaron a los derechos humanos”. Por nombrar sólo el último: “5. Las
verdades científicas, como los principios de derechos humanos, son universales;
no cambian cuando uno cruza una frontera política”.
Algo incomprensible para un
no-empiricista, para el que la ciencia y los derechos humanos son instrumentos
de la burguesía.